Brasil y Paraguay están entre los países que peor enfrentan la lucha contra la piratería y la falsificación, según informó la Cámara de Comercio Internacional (ICC), con sede en Suiza.
El estudio, dado a conocer ayer en Ginebra durante el Tercer Congreso Mundial sobre la Lucha contra la Falsificación y la Piratería, se realizó en base a la calificación que otorgaron 48 empresas que operan globalmente en 27 sectores productivos.
Se tuvieron en cuenta tres factores: el grado de cumplimiento de las obligaciones firmadas en tratados internacionales en la materia; la cooperación de la sociedad con las agencias que protegen la propiedad intelectual, y el papel de los medios en promover una educación que evite la piratería.
China y Rusia aparecen en el primer y segundo lugar entre los 53 países que fueron considerados los peores en el combate contra la falsificación.
RÁNKING. En América, la lista negra es encabezada por Brasil, seguido por Paraguay, Canadá y México.
Quienes mejor combaten estos delitos son Estados Unidos y el Reino Unido, según señaló la ICC.
Las empresas consultadas consideraron que en los países enlistados con el peor desempeño se requiere mejorar las legislaciones para combatir estos problemas, apoyar a las autoridades gubernamentales en localizar y procesar la mercancía ilegal, así como invertir en tecnologías antifalsificación.
FALTA CONTROL. La Organización Mundial de Aduanas (OMA), una de las organizadoras de la reunión, aseguró que de los millones de contenedores de mercancías que hay en movimiento en todo el mundo, únicamente se puede controlar cerca del 3 por ciento por falta de recursos.
Además, cada vez es más difícil distinguir las copias de los originales, porque la especialización de quienes practican la falsificación aumenta y cuentan con los mismos métodos que los fabricantes y distribuidores legales.
Tal es la dimensión de los negocios de falsificación que “se han convertido en una mafia tremenda, un monstruo del que sólo acertamos a adivinar una pequeña parte, como lo que ocurre con los icebergs”, advirtió en el Congreso el secretario general de la Interpol, Ronald Noble.
Éste es partidario de que la lucha contra la falsificación cuente con el mismo apoyo internacional que la encaminada a combatir el terrorismo internacional o el tráfico de drogas.
GLOBALIZACIÓN. La globalización y crecimiento que está experimentando la piratería y la falsificación han atraído el interés de muchas otras partes, además de las autoridades de defensa de la propiedad intelectual.
Un claro ejemplo es el del sector privado, que ve cómo pierde ventas a causa de la falsificación de sus productos, por lo que muchas grandes empresas ya tienen sus propios equipos de seguridad para detectar copias y denunciar a los responsables, o recurren a gabinetes de abogados que ofrecen ese servicio especializado.
Según los datos manejados en el Congreso, cigarrillos, cedés, devedés, textiles, juguetes y alimentos son, por este orden, los productos más falsificados en el mundo.
China, el principal productor
El principal productor de falsificaciones es China (cerca del 70 por ciento del total), por lo que no extraña que durante el congreso casi todos los oradores se hayan referido a ese país.
Según la Unión de Fabricantes para la Protección Internacional de la Propiedad Industrial y Artística, entre el 15 y el 30 por ciento de la producción china se dedica a la falsificación, lo que equivale a 40 millones de empleos, lo que da muestra del tremendo reto al que se enfrentan las autoridades locales e internacionales.
Medicamentos falsos
Durante la reunión en Ginebra los expertos dedicaron especial atención al creciente tráfico de medicamentos falsos, que, por ejemplo, solo en 2001 estuvieron relacionados, directa o indirectamente, con la muerte de unos 190.000 ciudadanos chinos, según informó en su día el Gobierno de ese país.
Las autoridades observaron una preocupante extensión de la gama de fármacos que se falsifican –hasta el 30 por ciento de los que se venden en África– y que exceden de la clásica Viagra para afectar también a tratamientos contra el cáncer de seno, osteoporosis o tensión arterial.
Por ello, en el Congreso también se instó a que las autoridades aduaneras formen a especialistas, ya que “en el caso de los fármacos necesitamos analistas químicos para poder diferenciar los productos falsos”, explicó el director de Delitos Especializados de la Interpol, David Gork.
LA CIFRA
100.000 millones de dólares (unos 84.790 millones de euros) pierde al año el comercio legal debido a falsificación y piratería.