Están invitados senadores, diputados y ciudadanos en general. Intervendrán los abogados de la causa, peritos sobre este tema y terminará con micrófono abierto.
Pienso que el nombre de la masacre de Curuguaty en Marina Cué está ya instalado en una mayoría de nuestro pueblo. Sin embargo, todavía falta mucho para que todos conozcan los detalles de esta causa. Se están llevando diversos actos y entrevistas sobre todo esto y esta audiencia es uno de los programados.
Crece el número de personas conscientes de que esta causa adolece de defectos fundamentales. En la etapa indagatoria el fiscal de entonces, Jalil Rachid, solo investigó sobre la presunta culpabilidad de los campesinos, olvidando la muerte de 11 campesinos.
En ese tiempo desaparecieron pruebas como las radiografías de los policías muertos, la grabación del helicóptero, la grabación que hicieron personas de inteligencia, los casquillos de potente calibre encontrados de los que hay fotografías. No se investigó las denuncias de torturas a algunos de los actuales presos.
En las sesiones del juicio oral, que lleva más de dos meses, han aparecido fuertes contradicciones sobre los testimonios de los testigos, en su mayoría policías, y se ha puesto el veto fiscal para solucionarlas.
El caso del tipo de bala que causara la muerte del comisario Lovera y de los otros cinco policías es paradigmático. Los campesinos solamente podían disparar balines con escopetas viejas de caza. La GEO, Fope etc… tenían armas automáticas de potente calibre. Para saber la verdad, los abogados pidieron la necropsia y no se la concedieron.
En tiempos en que los medios de comunicación social comerciales muchas veces ocultan datos, es importante una audiencia pública como la que vamos a tener mañana viernes en la Bicameral.