En el caso de aquellas reparticiones de la Comuna capitalina que se encuentran retiradas de los polos de desarrollo de la ciudad, la situación se plantea más molestosa para los contribuyentes, ya que se ven obligados a acudir hasta el Palacete Municipal, en el barrio Herrera, o en otras dependencias donde sí se pagan tributos.
Entre estos se tiene al Centro Municipal N° 9 Ñasaindy, de Zeballos Cué, y el N° 10 Ñepytyvõ, cuya área de influencia son los barrios Yukyty e Itá Enramada, en el límite con el municipio de Lambaré, por citar los puntos más alejados. También está el N° 8 Tenondete, en la zona de Loma Pytá; el N° 7 Marangatú, en Las Mercedes y el N° 3 Jopoi, entre San Vicente y Pinozá.
Los que cobran efectivamente los impuestos son el N° 1 Itá Ybate, en barrio Obrero; el N° 2 Oñondivepa, en Trinidad; el N° 4 Mburucuyá, en la Terminal de Ómnibus; el N° 5 Koetî, en la Plaza de la Democracia, y el N° 6 Jeruti, en Sajonia.
En el caso del centro de Zeballos Cué, el director interino, Gerónimo Santi, informó que funciona en un local alquilado y que solo se espera contar con el presupuesto para construir uno propio en un predio municipal ubicado en este mismo sector capitalino.
Dijo que hoy solo cuentan con una computadora y que la instalación de cajas de cobranza en sus oficinas tendrá un costo que oscila entre los G. 4 y 6 millones.
Por su parte, Esperanza Benítez, jefa de la Unidad Administrativa del Centro N° 10, señaló que por la inseguridad existente en la zona y por las goteras que presenta la construcción, no se ha podido informatizar esta dependencia para que los frentistas puedan pagar sus tributos.
Apuntó que a través de autogestión y colaboración de vecinos se vienen haciendo pequeñas reparaciones.
RESPUESTA. El intendente Mario Ferreiro precisó que uno de los objetivos es lograr que en los primeros cien días de su gobierno municipal se tengan algunos cambios y mejoras en estos centros.
“Estamos con ese trámite. Ya no queremos que en los barrios estos centros se limiten a una casita con diez funcionarios, sino que puedan servir para cobrar impuestos y brindar servicios sociales y culturales”, expresó finalmente el jefe comunal.