Hasta la fecha, el protocolo aprobado por Educación, con la venia de Salud Pública indica un máximo permitido de 8 escolares por vehículo, a lo que los transportistas solicitan se incremente a 12.
Aseguran que con este cupo pueden rentabilizar el ya golpeado negocio durante la pandemia del Covid.
El año pasado, las clases fueron netamente virtuales durante todo el curso.
“La pandemia fue realmente una sorpresa para todos, estuvimos un año sin trabajar y ahora estamos esperanzados en que podamos reactivarnos económicamente un poco”, expresó el representante del gremio, Rolando Martínez.
Entre las pérdidas por la cuarentena, manifestó que sus colegas incluso debieron vender o rematar sus automóviles ante la imposibilidad de trabajar el año pasado.
De acuerdo con los datos brindados, alrededor de 4.000 transportistas del rubro fueron afectados en todo el 2020.
Incluso habían solicitado subsidios o créditos blandos, sin lograr mayor repercusión de parte de las autoridades.
Esto pese a las manifestaciones realizadas mediante caravanas teñidas en blanco y celeste, el color por excelencia de estos rodados.
Actualmente descartan protestas o más pedidos económicos, requiriendo netamente más cupos para el traslado de los niños desde la casa hasta la institución educativa.
Este traslado se realiza usualmente en dos viajes para cada estudiante a diario.
Asimismo, aseguran que cumplen con todos los requisitos como la desinfección de los vehículos, la garantía del distanciamiento entre pares, el uso de tapabocas de conductores y educandos, así como el uso de alcohol en cada unidad.