La Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), en un comunicado, se refiere a la movilización y participación organizada como ética ciudadana para una democracia plena.
Hoy y mañana se celebra el 29 aniversario de la caída del dictador Alfredo Stroessner, luego de un golpe de Estado que se gestó desde las propias Fuerzas Armadas.
Durante la dictadura stronista (vigente desde 1954 hasta 1989) hubo 425 ejecutados o desaparecidos, casi 20.000 detenidos y 20.814 exiliados directos, de acuerdo con el último informe de la Comisión de Verdad y Justicia, divulgado en el año 2008.
Para la Codehupy, la fecha sin duda es propicia para recordar la larga lucha por los derechos humanos, pero en esta oportunidad prefiere señalar “como un imperativo ético de la ciudadanía toda, el deber de movilización y participación organizada de la sociedad, en defensa de la dignidad humana, el medioambiente y de la construcción de un verdadero Estado social de derecho”.
Agrega que esto a raíz de la coyuntura que vive nuestro país, “con una Justicia derruida por la corrupción y con las principales instituciones de la República capturadas por grupos de poder económico, cuya vocación de lucro dejan cada vez menos espacio a la democracia”.
En el comunicado menciona que las organizaciones de derechos humanos, “antes proscriptas y censuradas, hoy criminalizadas y estigmatizadas”, aun así, continúan su lucha constante contra la discriminación, los abusos y la violencia estatal, a pesar de la certeza de ser acreedores de la incomprensión de la sociedad en muchos casos.
“Proclamamos la necesidad histórica que el Gobierno sea ejercido por ciudadanos que ubiquen en el centro de la gestión pública a las personas, y no a los intereses de las corporaciones empresariales y las mafias; de obrar así, estaremos honrando con creces la memoria de quienes nos precedieron en la lucha por un Paraguay digno (...)”, expresa.