Oposición ya emprendió la carrera electoral para el 2023

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El sector de la oposición se enmarca desde ya en la carrera de tomar el poder en el 2023 entendiendo que la unidad es ineludible para el efecto. Sin embargo, las conflictivas internas que los dividen complican este cometido.

Es conocida la larga guerra que mantiene fraccionado en dos partes al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA); sin embargo, el Frente Guasu tampoco se mantiene íntegro.

La izquierda no tiene rostros jóvenes, por lo que necesariamente deberá emprender la búsqueda fuera del sector para concretar alianzas.

Igualmente, referentes del Frente Guasu, como los senadores Esperanza Martínez y Hugo Richer, comprenden que son necesarios los acuerdos políticos con otros partidos o movimientos para las municipales, de manera que se construyan proyectos posibles para el 2023. El mismo Querey dijo que no se debe caminar solo. En tanto que Richer insistió en que el PLRA solucione sus problemas para poder mantener conversaciones con objetivos claros en material electoral, ya que existen capitales departamentales a las que se debe apuntar, como Ciudad del Este y Encarnación.

Pero el partido azul es el más golpeado por el desgaste en representación, las batallas internas de nunca acabar y, según algunos referentes, la intromisión intencional del cartismo para debilitarlo como estructura, desmoralizando a sus líderes y enfatizando en la división.

El diputado liberal Celso Kennedy reconoció que existe gran influencia del líder colorado Horacio Cartes dentro de su partido. “La política es así. Se busca la fortaleza electoral para uno y debilitamiento al adversario, y obviamente Cartes juega con toda su influencia para debilitar al PLRA dividiendo y debilitando al eventual candidato”, comentó.

Desde el PLRA, es su presidente, Efraín Alegre, el que tiene pretensiones de candidatarse. Aunque también suena el nombre del senador Salyn Buzarquis, que, si bien no posee mucho arrastre, llevó a cabo varias acciones en los últimos meses para ganarse adeptos, como encadenarse frente a la ANDE para pedir que sean exoneradas las facturas sobrefacturadas.

También la diputada Celeste Amarilla admitió sus pretensiones electorales. Dijo que le gustaría ser vicepresidenta, y por qué no, liderar una chapa presidencial. En esa cancha entra la diputada del Partido Encuentro Nacional (PEN) Kattya González, que en los últimos días repuntó en popularidad por su ferviente oposición al oficialismo y sus denuncias contra la corrupción.

Otro nombre que sonó, aunque con menos fuerza, fue el de la diputada del Partido Patria Querida (PPQ) Rocío Vallejo.

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