Muñecos evocan la crueldad del stronismo

Un grupo de artistas anónimos decidieron dejar expuestos a numerosos muñecos de trapo en diferentes espacios públicos con el objetivo de crear conciencia sobre los desaparecidos durante la dictadura stronista.

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A primeras horas de este jueves, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, un colectivo de artistas de distintas disciplinas ha decidido plantear una propuesta artística, desde el anonimato, para crear conciencia acerca de las víctimas y los desaparecidos durante la dictadura Stronista.

La idea fue reproducir el cuerpo simbólico y crudo de los desaparecidos en numerosas piezas que luego quedaron expuestas en distintos espacios públicos: frente a la Catedral de Asunción, el Panteón de los Héroes, la plaza Uruguaya, entre las calles Estrella y Ayolas, y en Chile casi Paraguayo Independiente.

Los artistas tomaron el modelo de una instalación expuesta en el Museo de la Memoria para desarrollar su manifiesto. “Consistía en un muñeco de trapo envuelto en lienzo, atado con alambres y cadenas, que simula un cuerpo sin vida, de tamaño real, tan anónimo como el autor de la obra, cuya identidad no nos pudo ser revelada por el guía del Museo”, indicó uno de los integrantes.

Foto: Artistas Anónimos (AA).

Los muñecos fueron dejados con el siguiente mensaje presillado al pie:

Los crímenes cometidos por la dictadura de Alfredo Stroessner Matiauda siguen impunes. Existen más de dos mil testimonios y tres toneladas de archivos oficiales que detallan las violaciones de los derechos humanos en el Paraguay y las naciones vecinas.

Los sectores políticos y económicos que se beneficiaron con esa dictadura continúan en el poder, entre ellos el actual presidente de la República, Horacio Cartes.

De las 20.090 víctimas directas del régimen colorado-militar-gubernamental que desangró el país durante 35 años, 425 fueron desaparecidos, de los cuales, casi 400 permanecen desaparecidos. Cuando los autores intelectuales y materiales de los crímenes, en este caso de lesa humanidad, no son juzgados ni condenados, la historia se repite inmediatamente, como sucedió tras la caída de la dictadura, con los 115 dirigentes campesinos ejecutados y desaparecidos desde 1989 hasta 2013.

Estos crímenes también siguen impunes. «Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia», decía José Saramago. Nosotros, paraguayos, artistas anónimos, recordamos, denunciamos, porque solo la verdad, la memoria y la justicia nos harán libres.

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