Miércoles de Ceniza

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“Cuando te pongas a orar, entra en tu aposento y, con la puerta cerrada, ora a tu Padre, que está en lo oculto; y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará”. La oración auténtica de un hijo de Dios no se queda solo en palabras, sino que transforma la vida. Pidamos al Señor que nos haga almas de oración, que transmitan alegría y paz allá donde estén.

Hoy comienza la Cuaresma, los cuarenta días de preparación para la Pascua, y la Iglesia, como cada año, alza la voz recordando a los cristianos la llamada a la penitencia y a la conversión personal.

El morado de las vestimentas sacerdotales y del velo que cubre el sagrario entra por los ojos y la sentencia “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás” nos introduce en este tiempo litúrgico que antecede a los misterios centrales de nuestra fe.

En el pasaje evangélico que la Iglesia nos invita a considerar hoy, el Señor se centra en los actos fundamentales de la piedad individual: la limosna, el ayuno y la oración.

No hay mayor sacrificio que un corazón puro (cfr. Salmo 50), por eso, Jesús, frente a un posible cumplimiento meramente externo de estas prácticas, nos enseña que la verdadera piedad ha de vivirse con rectitud de intención, en intimidad con Dios y huyendo de toda ostentación.

Si la pureza de corazón se logra mediante una comunión íntima con el Señor, la oración necesariamente ha de ser una operación marcada por la sencillez y la veracidad con la que buscamos al Señor y nos dejamos encontrar por Él.

“Que nuestra mente esté en conformidad con lo que dicen los labios”, escribía San Benito en su famosa Regula. Y ahora, en este tiempo de especial penitencia, podemos decir también que nuestros sentidos, nuestro cuerpo y todas nuestras acciones estén en conformidad también con lo que decimos de palabra.

Por eso, la oración se encuentra tan ligada al ayuno y a la limosna. Un diálogo personal y amoroso con nuestro Padre Dios que no va acompañado de obras es difícil que muestre una oración auténtica, una oración que da vida a los demás y que nos cambia la vida.

(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/gospel/evangelio-feria-iv-miercoles-ceniza/)

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