La Fuerza Aérea Brasileña se achica en tiempos de crisis

Brasilia, 22 sep (EFE).- La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) anunció hoy un programa de reestructuración que implicará reducir su cuadro de oficiales en un 25 % en un plazo de 20 años y restricciones de otro tipo, forzada en parte por la grave situación fiscal del país.

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Se pretende reducir el cuadro de oficiales en un 25 % en las próximas dos décadas, lo cual será acompañado por nuevas inversiones en el área de tecnología, a fin de reforzar ese recorte de personal. EFE/ archivo

El teniente brigadier Nivaldo Luiz Rossato, comandante de la FAB, explicó en rueda de prensa que la reforma está planteada desde hace dos años y apunta a “modernizar” y “optimizar” la gestión, pero al mismo tiempo reconoció que la situación económica de Brasil impone un recorte de gastos, pues “no hay dinero”.

Rossato precisó que el presupuesto actual de la FAB está en torno del 0,41 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país y que cerca de un 70 % se destina al pago de salarios del personal, con lo que se limita la capacidad de inversión.

En ese sentido, dijo que la FAB reemplazará progresivamente a los militares de carrera que se jubilen por lo que calificó de “personal temporal”, que tendrá contratos por un plazo máximo de ocho años y se desempeñará sobre todo en las áreas administrativas.

De ese modo, se pretende reducir el cuadro de oficiales en un 25 % en las próximas dos décadas, lo cual será acompañado por nuevas inversiones en el área de tecnología, a fin de reforzar ese recorte de personal.

“Si se gasta más en tecnología, se puede tener menos efectivos” y “garantizar el cumplimento” de todas las tareas de vigilancia aérea y defensa que le corresponden a esa fuerza, indicó Rossato.

Entre esas tareas, está la vigilancia de los 8.500 millones de kilómetros cuadrados de espacio continental del país, más otros 3.500 millones de kilómetros cuadrados de plataforma marítima y 10.000 millones de kilómetros cuadrados sobre el océano Atlántico que le corresponden por acuerdos internacionales.

“Son en total 22.000 millones de kilómetros cuadrados” solamente para las labores de vigilancia, a las que se suman otras tareas a cargo de la FAB, como el control del tráfico aéreo en todo el país, explicó Rossato.

El comandante garantizó que ese plan de reestructuración también permitirá modernizar a la FAB, sobre la cual reconoció que está “tecnológicamente atrasada”, lo cual la “hace más vulnerable”.

A pesar del aprieto fiscal, Rossato dijo que la Fuerza Aérea insistirá en la necesidad de reactivar algunos planes paralizados por la falta de recursos, entre los cuales citó el programa espacial brasileño.

“Sabemos que es prioritario invertir en educación, en salud o en infraestructura, pero también es prioritario invertir en tecnología y en el área espacial”, declaró el comandante, quien reconoció, sin embargo, que la FAB deberá “convencer” de eso tanto al Gobierno como al Congreso.

Rossato dijo que las actuales dificultades financieras de la FAB han atrasado el desarrollo del avión de carga y transporte militar KC 390, que está en manos de la empresa aeronáutica Embraer.

Con ese avión, Brasil pretende entrar en un mercado hasta ahora dominado por el Hércules C-130 estadounidense, pero su lanzamiento, previsto inicialmente para el año próximo, ya ha sido atrasado para 2018 debido a problemas presupuestarios.

El comandante también dijo que la FAB tiene 18 aviones ejecutivos para el traslado de autoridades del Gobierno y el Parlamento, pero indicó que actualmente nueve de esas aeronaves “están paradas” por esa misma falta de recursos para tareas de mantenimiento.

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