El fin de semana se disputó la final del campeonato juvenil de la Liga Caacupeña de Fútbol entre los equipos Boca Juniors y 14 de Mayo. Sin embargo, la fiesta se vio empañada por la violencia.
Al finalizar el encuentro, los aficionados de Boca ingresaron a la cancha del Sportivo 20 de Julio, en la compañía Cabañas, al ver las escaramuzas que registró entre los jugadores y comenzaron a agredir con golpes y patadas a los jugadores de 14 de Mayo, según los testigos.
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Las patadas y los puños quedaron registrados en videos que se viralizaron en las redes sociales, evidenciando que la violencia se volvió todo un clásico en el fútbol paraguayo.
La batalla campal se desató bajo la atenta mirada de tres agentes de la Policía Nacional, quienes “no hicieron nada” para controlar el violento ambiente deportivo, relató un testigo identificado como Luis Bogado a Telefuturo.
Varias personas resultaron con heridas graves e incluso a un jugador de 14 de Mayo le rompieron la boca y la nariz con una patada que le movió la mandíbula.
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Boca Junior ganó el encuentro por 2-1, pero el lamentable hecho opacó la fiesta deportiva.
Tras lo sucedido, el Comité Ejecutivo de la Unión del Fútbol del Interior (UFI) expresó su preocupación mediante una nota y emplazó por 24 horas a la Liga Caacupeña a entregar la copia de la plantilla de jugadores, el informe del comisario deportivo, el informe del presidente de la Liga y el informe policial.