Para que las mujeres generen sus propios ingresos en sus hogares, Ramona de Benítez (64), oriunda de la compañía Mbopicuá de Villarrica, Departamento del Guairá, imparte clases de corte y confección a sus congéneres.
La altruista labor la realiza sin hacer mucho ruido, hace 43 años, tiempo en el que pasaron por su taller más de 100 mujeres de diferentes distritos. En principio enseñaba en su casa, y de a poco construyó su propio taller donde cuenta con varias máquinas de coser, muebles, además de diferentes telas e instrumentos propios del área de confección.
A sus 64 años, según ella misma, ya no tiene la fuerza de antes, pero le cuesta dejar sus tareas del taller, ya que asegura que ese trabajo la relaja y le da satisfacción.
La mujer se inició en este trabajo en el año 1970, “soy modista y profesora de corte y confección. Todo lo que aprendí he compartido con muchas mujeres de mi pueblo y hoy en día ellas también ya generan sus propios ingresos para mantener a sus familias y eso me pone muy feliz”, señaló doña Ramona.
Sus alumnas, que llegan desde Colonia Pireca, Colonia 14 de mayo, barrio San Miguel, Potrerito, Cañada, entre otros, solamente abonan para cubrir los gastos, como ser el mantenimiento de las máquinas, luz, limpieza y otros, pues su deseo siempre fue ayudar.
“De paso también inculqué los valores del trabajo a mis 5 hijos, 3 mujeres y dos varones”.
“Trabajé e hice crecer a mis hijos a mi lado. Es muy importante que las mujeres aprendan a ser creativas y que trabajen por sí mismas. Gracias a esto podemos obtener beneficios económicos, porque las prendas que hacemos tienen un toque de finura y amor”, indicó.
Refirió que su marido la ha sostenido bastante, y que él se dedica netamente en la chacra, cultivando todo tipo de productos orgánicos y dijo que actualmente se ocupa de la plantación de árboles nativos, siendo beneficiado a través del proyecto Ybytyruzú Respira, impulsado por Coopeduc y A Todo Pulmón.