La dilación en la aprobación del Plan Nacional de Transformación Educativa (PNTE) no es resultado de una serie de eventos desafortunados, sino de situaciones coordinadas por grupos antiderechos. La elaboración del material iba avanzando y llegó a concluirse sin mayores cuestionamientos hasta que en el Congreso propusieron la derogación del financiamiento de la Unión Europea por estar atado al plan, el cual a su vez estaba cargado de ideología de género, según los descabellados cuestionamientos.
Se recurrió así a la desinformación para captar la atención y rechazo hacia dos proyectos. El primero, de la cooperación europea, es para ayudar a cumplir con los compromisos de provisión de merienda escolar y materiales educativos en un contexto de bajo presupuesto para el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), mientras que el segundo es otro proyecto, igual de importante, al que se le atribuye falsamente la promoción de la ideología de género, un concepto despectivo que se utiliza para confundir y rechazar la teoría de género, que sí tiene una base científica.
Uno de los grandes desinformantes es el senador Enrique Riera, quien en el 2017 (cuando se desempeñaba como ministro de Educación) emitió la resolución N° 29664, mediante la cual se prohíbe la difusión de materiales referentes a la teoría de género, un documento que sigue vigente y que significó para el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer una regresión en la promoción de igualdad de género, de acuerdo a su última observación.
En aquel momento hizo lobby por esta resolución el pastor Miguel Ortigoza, del Frente Nacional Pro Vida y del Movimiento Somos Muchos, Muchos Más. Cobra sentido así el hecho de que el líder religioso se jacte de tener vínculos en los poderes del Estado, pues también admite que operó contra el proyecto de Paridad Democrática que fue cercenado en el Congreso y que no prosperó.
Lo mismo pretende lograr con el Plan Nacional de Transformación Educativa. El propio ministro de Educación, Nicolás Zárate, lo había acusado el año pasado de mentir a la sociedad y de retrasar el proceso, pero luego le abrió las puertas y en una Comisión Ad Hoc ahora Ortigoza pretende tomar decisiones sobre las políticas públicas del país, sin conocimiento técnico y poniendo en riesgo los avances que se han conseguido hasta el momento en derechos de niñas, niños y adolescentes.
De esta forma usa la desinformación, su influencia directa e indirecta en autoridades y políticos evangélicos, así como el contexto electoral, para deshacer especialmente caminos que conducen hacia igualdad y desviar las políticas hacia ideas ultraconservadoras.
Más informaciones sobre él revela el proyecto Transnacionales de la Fe, que reúne a varios medios de comunicación, entre ellos El Surtidor, de Paraguay. Ortigoza no solo es pastor del Centro Familiar de Adoración, es también representante en el país de Capitol Ministries, que opera contra derechos de personas Lgtbi, identidad de género y derechos reproductivos de las mujeres.
En esta línea intenta eliminar todos los preceptos de igualdad que pueda tener el PNTE, pero ante esta amenaza Familias por la Educación Integral en Paraguay también se organizó y presentó al MEC documentos basados en investigaciones científicas que defienden los principios de educación inclusiva, intercultural, con perspectiva de género y sin barreras.
Las organizaciones sociales pueden enviar sus propuestas de ajustes al plan hasta el 30 de abril, mismo día de las elecciones generales, pero todo indica que el MEC prácticamente está haciendo hora para dejar al próximo Gobierno esta decisión, mientras que los antiderechos están logrando retrasar los avances.