Sin embargo, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) lo vincula con uno de los peces gordos del tráfico de drogas: Luiz Fernando da Costa, alias Fernandinho Beira-Mar, hoy preso en Brasil.
Según Luis Rojas, titular de la Senad, en el 2006 se realizó un operativo donde buscaban datos de Beira Mar.
El procedimiento consistió en el control y vigilancia a los principales colaboradores del capo brasileño.
Todos los involucrados estaban en una camioneta que salía de un establecimiento. Esa vez, en el vehículo también estaba Chicharõ.
También estaban Aldo Rocha, acribillado posteriormente en el Shopping China (Pedro Juan Caballero) por sus vínculos con el narcotráfico. Otro fue Nelson Insaurralde, piloto condenado posteriormente, y Marcelino Niteroi, asesinado en medio de peleas de mafias.
Este último era sindicado como prestanombres y administrador de los bienes de Fernandiño Beira Mar.
Este operativo de la Senad se llamó Campana’i.
“Chequeando los informes de inteligencia, encontramos su nombre (de Sánchez) en ese grupo”, contó Rojas.
Condenas. Pero antes de este hecho, el 6 de junio de 2001, Sánchez fue condenado en Brasil por producción de documento no auténtico. Esa vez el diputado suplente tenía una identidad falsa. Según la Justicia brasileña, se hacía pasar por Adriano López Bordón.
Nueve años después, el 10 de junio de 2010, es condenado de nuevo en el Brasil, por lavado de dinero producto del narcotráfico.
Bienes en Paraguay. La Senad detuvo a Sánchez cumpliendo la orden de captura de Brasil por el caso de lavado de dinero, caso por el cual estaba prófugo.
“Cuando se lo captura, creo, que ya había sido electo diputado suplente (de la ANR)”, recordó Rojas.
El ministro de la Senad reveló que teniendo como antecedente su condena, empezaron a investigar en Paraguay el origen de sus bienes.
“Mirando documentos, en el 2007, vemos que Sánchez misteriosamente empieza a realizar una inyección de capital muy importante”, dijo.
Manifestó que no existe persecución política contra el político de Capitán Bado. “Él (Sánchez) no tiene problemas con la Senad, sino con la Justicia”, aseguró.
Hay un caso sólido. El Ministerio Público tiene elementos respecto al lavado de dinero y se va a marcar un precedente con esto, explicó el fiscal de la causa Marcelo Pecci, quien fue el que realizó las imputaciones.
Contó que una de las acciones más sospechosas de Sánchez es la compra de una estación de servicio en el 2007, cuya inversión no sabe cómo justificar.
Pecci prometió dar detalles sobre las pruebas que posee la Fiscalía, considerando que ayer no lo hizo por encontrarse en medio de una testifical.