El puerto se halla a 20 kilómetros aguas arriba de la ciudad de Encarnación, donde se encuentra anclado, a la deriva y semihundido, el buque cargado con miles de litros de aceite vegetal, que según expertos la fuga podría ocasionar una contaminación con graves consecuencias para el ambiente.
Tras las denuncias, una comitiva integrada por la fiscala de la Unidad Especializada contra Delitos Medioambientales, Raquel Bordón; Juan Céspedes, jefe del Departamento de Recursos Hídricos del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), responsables de la Secretaría del Ambiente de la Gobernación de Itapúa, y efectivos policiales se constituyeron esta semana en el puerto Campichuelo para una segunda revisión del barco a la deriva.
Tras el control, la agente fiscal dispuso levantar muestras oleosas del interior y enviarlas de carácter urgente para su estudio en el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (Intn), para poder precisar las condiciones del producto y si efectivamente se trata de aceite vegetal o si corresponde a otra sustancia.
Así también, intimó a los responsables del buque a que en menos de 48 horas presenten un plan de contingencia al Mades, que incluya el retiro y disposición final del material que está depositado en el buque hace más de 24 meses.
Atendiendo que los resultados de los estudios pueden demorar, la fiscala Raquel Bordón ordenó a los responsables del buque que aseguren las mallas para prevenir cualquier derrame o fuga del producto al cauce hídrico. Una situación que preocupa a los pobladores, ante la eventual catástrofe ambiental.
El buque cuenta con siete cámaras o bodegas, hay un deterioro en la estructura del barco y se detectó en la sala de máquinas la presencia de sustancias oleosas. Los fiscales admitieron sobre el peligro de que el aceite sea vertido a las aguas del río, lo que ocasionaría consecuencias para la fauna y flora, según Juan Céspedes, del Mades.
La zona se encuentra al borde un desastre ambiental. Con la intervención de la fiscalía, se pretende dar una salida al buque que pone en peligro al ambiente.
CONFLICTO. El barco con toneladas de aceite vegetal en descomposición se encuentra varado en Campichuelo Puerto, Cambyretá, desde hace dos años. Hoy en día representa una amenaza de grave contaminación del Paraná. El buque con denominación Yporã II, con matrícula 2905 BT, presenta daños en su estructura y hace unos seis meses empezó a hundirse en la parte de la popa.
Según nuestra fuente, el buque quedó varado debido a una disputa legal entre el arrendatario del puerto y el dueño del barco, conflicto que hasta hoy no fue resuelto.
HALLAZGOS. Los fiscalizadores del Mades detectaron que los 7 pares de compartimentos sirven como sitio de almacenamiento, de los cuales 5 contienen un líquido en su interior, del cual fueron tomadas muestras. Además, otros 2 compartimentos, contienen en su interior presumiblemente aceite vegetal contaminado, de los cuales también fueron tomadas muestras para su determinación, según un comunicado del Ministerio del Ambiente.
“La comitiva verificó los camarotes y salas de máquinas, en esta última se pudo observar una mezcla de lo que sería agua y aceite de las máquinas. Durante el control se constató el mal estado del casco del buque, lo que produce el ingreso del agua a la embarcación. También se notó la mala disposición de la malla flotante antiderrame”, refiere el informe del Mades.
El procedimiento se realizó en el marco del sumario abierto en contra de los responsables de la embarcación. El Mades investiga el caso en el marco de las normativas ambientales vigentes, como la N° 294/93 “Evaluación de Impacto Ambiental” y la N° 3239/07 “De los Recursos Hídricos del Paraguay”.
Finalmente, el propietario ya fue notificado y deberá responder por las faltas ante la autoridad ambiental. Mientras tanto, la enorme embarcación cargada con aceite contaminado se va hundiendo en el río Paraná, ante la atenta mirada de los pobladores.