Y yo que creía que el espíritu navideño y los buenos augurios para el 2015 (que están aquí, a la vuelta de la esquina nomás, la Navidad y el 2015, digo) traerían algo de buena onda y aires de cambio a nuestra nunca bien ponderada política criolla...
Pero no. Craso error y aquí estamos más que nunca entrampados y atrapados en un verdadero círculo diabólico. Un perverso juego que no nos permite avanzar.
Es que con el argumento de que sacar a los actuales miembros de la Corte Suprema de Justicia es “jugar” a favor de Horacio Cartes, de nuevo un sector de nuestros “pintorescos” políticos y legisladores, rechazan el juicio político –en proceso– a tres de los nueve ministros de Corte.
En otras palabras, ellos prefieren seguir “jugando” a favor de los corruptos de siempre... en realidad a favor de sí mismos (ahora más que nunca estos senadores, senadoras, diputadas y diputados, tendrán línea abierta con todos y cada uno de los miembros de la Corte que se atornillan en el cargo). De hecho ya lo tenían, ahora solo “se ganaron el derecho a...”.
La verdad que, en general, a nuestros actuales legisladores les importa un pepino la democracia y mucho menos una verdadera Justicia.
Quieren seguir y les conviene seguir en este estado de cosas.
Esperaba esta actitud de ciertos colorados, acostumbrados a confundir la “cosa pública” con la “cosa propia”... a tomar el teléfono al estilo del diputado José María Ibáñez y pedir que se le incluya a la niñera en la nómina de funcionarios del Congreso Nacional. O al estilo Silvio Ovelar y solicitar que toda la parentela pase a cobrar del Presupuesto General de Gastos de la Nación.
También esperaba similar comportamiento de ciertos –muchos– liberales que han demostrado con creces cuán rápidamente se acostumbraron a vivir de los bienes del Estado.
Pero, lo que no me esperaba es que igual postura asuman también los legisladores del luguismo.
Este grupo de diputados y senadores que juraron con el puño izquierdo levantado están apoyando abiertamente el status quo.
Pero, lo que es peor y menos entendible aún: con su postura están, nada más y nada menos que, apuntalando a quienes –según ellos mismos– avalaron, en el 2012 un proceso plagado de errores y abiertamente inconstitucional (el Juicio Político a Fernando Lugo).
¡Quien los entiende!
Que tenga un excelente resto de jornada.