Amigo de los pecadores

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Hoy meditamos el Evangelio según San Lucas 15, 1-10.
La meditación de hoy nos debe llevar a aumentar nuestra confianza en Jesús cuanto mayores sean nuestras necesidades; especialmente si en alguna ocasión sentimos con fuerza la propia flaqueza: Cristo también está cercano entonces. De igual forma, pediremos con confianza por aquellos que están alejados del Señor, que no responden a nuestro desvelo por acercarlos a Dios y que aún parece que se distancian más. “¡Oh, qué recia cosa os pido, verdadero Dios mío –exclama Santa Teresa–: que queráis a quien no os quiere, que abráis a quien no os llama, que deis salud a quien gusta de estar enfermo y anda procurando la enfermedad!”.
El Evangelio de la misa continúa con esta bellísima parábola, en la que se expresan los cuidados de la misericordia divina sobre el pecador: “Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la carga sobre los hombros muy contento; y al llegar a casa reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: ¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido”. “La suprema misericordia –comenta San Gregorio Magno– no nos abandona ni aun cuando lo abandonamos”. Es el buen pastor que no da por definitivamente perdida a ninguna de sus ovejas.
El papa Francisco, a propósito de la lectura de hoy, dijo: “Algunos cristianos parecen ser devotos de la diosa lamentación. El mundo es el mundo, el mismo que hace cinco siglos atrás y es necesario dar testimonio fuerte, ir adelante, pero también soportar las cosas que aún no se pueden cambiar. Con coraje y paciencia a salir de nosotros mismos, hacia la comunidad para invitarlos”.

“Sean por todas partes portadores de la palabra de vida, en nuestros barrios, donde haya personas. Queridos hermanos, tenemos una oveja y nos faltan 99, salgamos a buscarlas, pidamos la gracia de salir a anunciar el Evangelio. Porque es más fácil quedarse en casa con una sola oveja, peinarla, acariciarla, pero a todos nosotros el Señor nos quiere pastores y no peinadores”.

(Frases extractadas de http://www.homiletica.org/francisfernandez/franciscofernandez0485.htm y https://es.catholic.net/op/articulos/10431/cat/347/he-hallado-la-oveja-que-se-me-habia-perdido.html#modal

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