Mortífera oleada de ataques aéreos se abate sobre Alepo

AFP

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print

Destrucción. Una calle cubierta de escombros de las viviendas alcanzadas por bombas arrojadas por los aviones en Alepo.

ALEPO - SIRIA

Al menos 45 civiles murieron ayer en los barrios rebeldes de Alepo, devastados por una lluvia de bombas lanzada por las fuerzas del Gobierno sirio y su aliado ruso, tras otro fracaso en las negociaciones entre Washington y Moscú sobre una tregua

Entre las víctimas figuran al menos 7 civiles –entre las raras personas que se aventuran al exterior para buscar comida– que hacían cola para comprar yogur en un mercado del barrio de Bustan Al Qasr, según la organización Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Un corresponsal describió un escenario trágico, con restos de cadáveres esparcidos en el suelo, en medio de un baño de sangre. Las clínicas estaban desbordadas con la llegada de nuevos heridos. Bustan al Qasr está en la línea que divide la zona gubernamental de la ciudad, en el oeste, de los barrios controlados por los rebeldes, en el este. Para mayor sufrimiento, los casi 2 millones de habitantes de Alepo carecían ayer de agua debido a los bombardeos. La Unicef teme una catastrófica aparición de enfermedades a causa de la falta de agua potable, en particular entre los niños.

Alepo, antigua capital económica y segunda mayor ciudad del país, se convirtió en el principal botín de la guerra en Siria, y por ello es una de las localidades más azotadas por un conflicto que en cinco años causó más de 300.000 muertos. De la floreciente ciudad y su centro histórico, reputado en todo el mundo por ser habitado de manera ininterrumpida desde al menos 4.000 años AC, apenas queda hoy un campo de ruinas y desolación. Desde el lunes arrecian los bombardeos gubernamentales y rusos. El jueves, el ejército sirio anunció el comienzo de una vasta ofensiva, con operativos de reconocimiento y bombardeos, previos a una operación terrestre. Durante una conferencia de prensa en Estambul, la coalición de la oposición siria en el exilio fustigó nuevamente el “silencio de la comunidad internacional, y la instó a actuar para hacer cesar las matanzas”. En la tribuna de la ONU en Nueva York, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, lamentó que “ciertos países sigan derramando lágrimas de cocodrilo sobre la situación de los sirios en algunas zonas”, como Alepo, en tanto “continúan apoyando y armando a los terroristas que impiden la entrega de ayuda humanitaria”. Damasco califica así a todo grupo o persona levantados en armas en su contra.

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print
Más contenido de esta sección