El encuentro estará presidido por el primer ministro neozelandés, John Key, y los organizadores esperan la presencia de varios líderes más, aunque la participación no está aún confirmada.
La cita se celebrará durante la semana del debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, cuando se desplazan a Nueva York decenas de gobernantes, aunque para entonces algunos habrán abandonado ya la ciudad.
El objetivo de Nueva Zelanda es que el encuentro sirva para repasar la situación en Siria y mantener el conflicto en el foco de atención, aunque por ahora no espera ningún resultado concreto.
El embajador neozelandés ante la ONU, Gerard van Bohemen, explicó hoy que su país consideraba necesario abordar de alguna forma el conflicto aprovechando la presencia de los líderes mundiales en la sede de la organización.
Por ahora, Nueva Zelanda ha decidido mantener la agenda del encuentro muy abierta, con el fin de que pueda adaptarse en base a lo que ocurra durante los próximos días.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, anunció hoy que su oficina presentará una nueva propuesta para tratar de detener el conflicto en Siria antes del inicio de la Asamblea General.
Está previsto que De Mistura participe en el encuentro del día 21 y que, para entonces, quizás las partes del conflicto hayan dado algún tipo de respuesta a su nuevo plan.