El segundo Curuguaty

Por Andrés Colmán Gutiérrez – Twitter: @andrescolman

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El periodista Andrés Colmán Gutierrez. | Foto: Archivo.

Desde que los periodistas de investigación andan escudriñando con lupa los contratos sobre cocidos y botellitas de oro, a los del Gobierno no les quedan rubros para libretistas que ayuden a renovar el discurso oficial. Así que andan reciclando el mismo viejo argumento para explicar las movilizaciones sociales que los mantienen en jaque.

Veamos. El 30 de marzo de 2015, tras un ataque a la estancia Pindó, en Canindeyú, el ministro del Interior, Francisco De Vargas, dijo en una entrevista con la emisora 780 AM que poseía “informes de inteligencia” sobre personas que “buscan manipular los intereses colectivos de grupos sociales” para crear “un segundo Curuguaty”, refiriéndose a los hasta ahora no aclarados episodios de junio de 2012, que ocasionaron la muerte de 17 personas (11 campesinos y 6 policías).

Pueden leer lo que el ministro dijo aquella vez, escribiendo en Google el título de la nota publicada en Última Hora: “De Vargas afirma que se busca replicar la masacre de Curuguaty”.

Pero no se confundan, porque el buscador de internet les mostrará otros títulos de prensa muy parecidos, aunque con fecha abril de 2016: “Manifestantes quieren un Curuguaty 2, según De Vargas”.

Si entran a leer este reportaje más nuevo, verán que el ministro dice más o menos lo mismo que dijo hace más de un año, pero esta vez refiriéndose a otra gente: los productores campesinos y los cooperativistas que en estos días se manifiestan por las plazas y calles de Asunción, cortando el tráfico y causando la molestia de los automovilistas, ante la falta de respuestas del Gobierno.

Esto es lo que dijo ahora De Vargas, en declaraciones a Radio Monumental: “El objetivo oculto, y lo que están logrando obviamente (los manifestantes) es generar un caos vehicular y crispación en la ciudadanía que desemboque en una presión para la represión policial, ellos buscan replicar un Curuguaty 2". Ah, y que tienen los famosos “informes de inteligencia” sobre el tema, pero que por supuesto “son secretos”.

Sensación de “deja vu”, disco rayado, película repetida. ¿Tanto quieren un “segundo Curuguaty”, que se lo pasan augurando ante los más diversos conflictos sociales, que se originan por su incapacidad de dialogar y negociar?

Se puede estar o no de acuerdo con lo que reclaman los miles de manifestantes (campesinos, cooperativistas, médicos, frentistas anti-Metrobús y hasta los músicos anti-APA), pero tienen todo el derecho a manifestarse. Corresponde al Gobierno garantizar ese derecho y buscar resolver los conflictos, pero también garantizar el derecho de los demás al libre tránsito, a que no te impidan llegar al trabajo o a donde sea.

Aquí, en lugar de ayudar a buscar las soluciones, se desentienden del caos creado, mientras buscan asustar con el chake sobre el “segundo Curuguaty”. Como se puede ver, ni siquiera son originales.

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