La víctima de 48 años cayó en un charco con cocodrilos el viernes, mientras cortaba hierba para el ganado en el municipio Sorong.
Al día siguiente, los vecinos fueron a la granja de cocodrilos y mataron a todos los que encontraron. Usaron objetos afilados, martillos, bloques de madera y palas, según el jefe de la Agencia Provincial de Conservación, Basar Manullang, en un comunicado.
Los reptiles medían entre 10 centímetros y dos metros de largo, y los agresores se llevaron los cuerpos de dos de los más pequeños.
El criadero cuenta con las licencias en regla como refugio para cocodrilos, una especie protegida en , según Manullang.
Indonesia es uno de los países con mayor biodiversidad del planeta y cuenta con cientos de especies amenazadas por el desarrollo industrial y agrícola incluidos el orangután, el rinoceronte de Sumatra y Java.