“El reajuste es un reajuste y no un aumento”, afirmaron los representantes de las centrales obreras, informó Red Guaraní.
Señalaron que el reajuste no alcanza para cubrir las necesidades básicas de un trabajador y que los mismos viven en condiciones infrahumanas.
“Y lo dijo el propio ministro Peña, 33% debe ser la variación. ¿Pero cuál es el Gobierno que se va a animar a hacer ese reajuste?”, señalan.
“El Banco Central es juez y parte en el estudio de la canasta básica”, recalcaron.
Desde el Gobierno descartaron que el último reajuste del salario mínimo se trate de una medida “populista”, como la han calificado varios empresarios.