Fabricó una moto inclusiva para poder estudiar y trabajar

Un joven paraguayo ideó una forma para tener movilidad propia y así trabajar y estudiar. Sobre su moto inclusiva, el padre de familia coloca todos sus sueños de salir adelante.

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Gabriel Insfrán al mando de su moto inclusiva.

Foto: Gentileza.

Hace más de cinco años, Gabriel Insfrán, de 35 años, fue víctima de un asalto. Su vida cambió por completo cuando fue herido por un disparo en su columna. En ese momento, perdió algo mucho más valioso que sus pertenencias: su movilidad.

Gabriel está casado con Lilian Franco Amarilla, quien durante algunos años fue el sostén económico del hogar. Ambos son padres de un niño de 5 años. Actualmente, la familia vive en el barrio Potrerito, de la ciudad de Ypané, Departamento Central.

Hace un tiempo, la familia de Gabriel atravesó por otro momento muy duro, cuando su esposa, Lilian, sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que la dejó sin posibilidades de seguir trabajando.

La difícil situación económica obligó a Gabriel a vender hasta su casa. Hoy día, se encuentra viviendo en el domicilio de una hermana suya, donde cuentan con una casilla que sirve para el sustento diario, pero que no abastece todas las necesidades.

A pesar de los golpes duros que él y su familia están atravesando, no pierde la esperanza de buscar un futuro mejor. Sus objetivos son claros: terminar sus estudios y conseguir un trabajo.

Nunca se rindió

Gabriel es el claro ejemplo de que los momentos difíciles también se vuelven el mejor escenario para sacar lo mejor de uno mismo. Su perseverancia y el amor hacia su familia lo llevaron a buscar una solución a sus problemas.

“Tuve tanto nervio, porque me enteré que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) estaba haciendo un concurso para y yo, lastimosamente, no pude asistir. O sea, me preparé, pero al revisar el formulario para participar, en uno de sus requisitos, pedía haber concluido el bachillerato y yo no había terminado el colegio, eso me bajoneó”, recordó.

La moto inclusiva fue reacondicionada con ayuda de un mecánico.

Fue así que las ganas de estudiar le inundaron, pero para ello necesitaba movilidad. “Entonces, empecé a buscar en YouTube cómo la gente con discapacidad, en otros países, se maneja si no tiene el capital para manejarse en taxis, y así empecé”, indicó.

Una persona de gran ayuda para Gabriel fue su amigo y compadre, don Ever Villalba, que no dudó para darle una mano.

“Cuando encontré el tutorial, le envíe el enlace a mi compadre, que es mecánico, y me dijo que podía fabricarme, pero necesitábamos cerca de G. 4 millones para las piezas. Toqué muchas puertas y, hoy por hoy, está casi todo listo”, contó entusiasmado.

Para conseguir los recursos y fabricar la moto inclusiva, Gabriel tocó muchas puertas.

Gabriel explicó que su moto inclusiva, la cual aún no lleva un nombre, le servirá para vender empanadas, sándwiches, tortillas y remedios refrescantes por la mañana y luego para ir al colegio. No obstante, reconoció que para poder iniciar el proyecto necesita de la ayuda de la ciudadanía, que en caso de querer solidarizarse puede comunicarse con él al (0984) 730-277.

Además, el joven emprendedor no descarta poder empezar a fabricar más motos para otras personas con discapacidad.

Este jueves fue una fecha muy especial para Gabriel, al igual que para su hijo, ya que ambos iniciaron sus estudios. Muy emocionado, el joven padre dice estar confiado en que este sea el comienzo de un futuro mejor para él y su familia.

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