“La Carta es a mi juicio un instrumento de integración. Esta región tiene un grado de integración cultural ya consolidado extraordinario y lo que se necesita es, que desde las instituciones multilaterales y desde las instituciones nacionales esa integración se aproveche”, dijo el jurista español especialista en Derechos Culturales, Jesús Prieto.
En un acto celebrado en el Auditorio Nacional de la ciudad, el jurista explicó que la Carta es un instrumento internacional que establece un marco de políticas públicas en materia de cultura para la región.
Prieto resaltó que el texto, firmado en 2006 en la capital uruguaya por los representantes de los países iberoamericanos, “sigue muy vivo” y “no por casualidad”.
Según el experto, el documento es un reflejo de la realidad cultural de la región, que “ha ido por delante respecto al resto del mundo en la formulación de textos jurídicos para articular los programas y políticas culturales”.
Asimismo, destacó el valor que existe en la región latinoamericana de contar con un pensamiento “denso, amplio y extenso” sobre una misma cosa: “la gran patria” o “nuestra América”.
“Eso no lo tiene ningún otro continente. Todas las personas (en referencia a escritores como José Martí, Rubén Darío o Andrés Bello) hablando de lo mismo, con maneras distintas de interpretarlo, pero pensando en una gran patria cultural”, señaló.
Es por ello, que el experto defendió la integración cultural como “la que el continente tiene más fácil y es la que va a allanar más el camino de otros procesos de integración”, y frente a la integración económica escogida en otros lugares, como por ejemplo en la Unión Europea.
“La economía no es el mejor camino para soldar un conjunto de países, porque la economía son intereses y los intereses cambian y se rompen en cualquier momento”, dijo.
Por su parte, el representante de la oficina de la UNESCO en Montevideo, Frédéric Vacheron, que también participó en el encuentro, defendió la diversidad cultural ante “el extremismo violento” actual y “el monopolio de los medios”.
Asimismo, incidió en la necesidad de apoyar la cultura y los artistas desde las instituciones.
Concretamente, Vacheron se refirió a la obligación que tienen los países en materia de desigualdad de género en el mundo de la cultura, puesto que, según sus datos, actualmente menos del 10 por ciento de los directores de cine son mujeres, o apenas un 3 por ciento de ellas ocupan el cargo de director de orquesta.