La ceremonia comenzará a las 10.00 horas locales (09.00 GMT) y reunirá en la Plaza de San Pedro del Vaticano a miles de fieles procedentes de todo el mundo.
También asistirán a la clausura del Año Santo Extraordinario los nuevos cardenales creados el sábado por el pontífice argentino, entre los que se encuentran el arzobispo español de Madrid, Carlos Osoro; el arzobispo de Mérida (Venezuela), Baltazar Enrique Porras Cardozo; o el arzobispo de Tlalnepantla (México).
Finalizará así un Jubileo que el Papa ha querido dedicar al valor de la misericordia y a la importancia de mostrarla con el prójimo en todo, y que ha contado con la participación de fieles en todo el mundo.
Solo en el Vaticano, más de 20 millones de peregrinos se han registrado para pasar por la Puerta Santa de San Pedro.
La importancia de la palabra misericordia ha estado muy presente en la mayoría de los discursos que Jorge Bergoglio ha pronunciado durante estos meses.
Y también en sus gestos, pues Francisco envió a más de mil sacerdotes, conocidos como “misioneros de la misericordia”, a recorrer las diócesis del mundo y absolver los pecados de la gente, incluso los considerados más graves como el aborto.
En este Jubileo Extraordinario, el Papa también ha mostrado su solidaridad y cercanía con los más desfavorecidos, ha alertado del riesgo de la indiferencia hacia los demás en la sociedades actuales, ha pedido tender puentes y no construir muros, y ha defendido la convivencia fraterna y la unidad de los cristianos.