“Confiamos en tener un voto hoy”, dijo a los periodistas un portavoz de la misión estadounidense ante la ONU, que ha trabajado junto a Francia y el Reino Unido en la preparación del proyecto de resolución.
Los tres países distribuyeron un primer borrador al resto de Estados miembros en la noche del martes, pero el miércoles Rusia dejó claro que lo consideraba “inaceptable”.
Tras una tensa reunión pública del Consejo de Seguridad, los quince países continuaron negociando ayer y hoy un posible compromiso, que a esta ahora no se había fraguado.
La intención de las potencias occidentales es lograr un acuerdo que permita adoptar la resolución, pero se han mostrado dispuestas a proceder a una votación si finalmente eso no es posible.
El embajador francés ante la ONU, François Delattre, dijo hoy a los periodistas que si Rusia veta el texto tendría una “responsabilidad terrible ante la Historia”.
Según una fuente diplomática occidental, EE.UU. y sus aliados consideran “muy importante” tener un voto “cuanto antes”, pues creen que seguir retrasándolo restaría impacto a la acción.
Su idea es que la votación tenga lugar hoy a última hora de la tarde, después de una reunión sobre las operaciones de mantenimiento de la paz que el Consejo de Seguridad tiene previsto iniciar a las 16.30 hora local (20.30 GMT).
Rusia insistió ayer en que cualquier decisión sobre el posible uso de armas químicas en Siria debería adoptarse después de una “completa” investigación de los hechos y criticó duramente la iniciativa occidental.
Desde el inicio del conflicto sirio, Rusia ya ha utilizado en varias ocasiones su poder de veto para frenar resoluciones en el Consejo de Seguridad.
La última, el pasado enero, cuando bloqueó junto a China una iniciativa para sancionar al régimen de Bachar al Asad por el uso de armas químicas en 2014 y 2015.
Rusia calificó hoy de “monstruoso” lo ocurrido en la localidad siria de Jan Shijún, donde este martes murieron más de 70 personas en un supuesto ataque químico, pero rechazó que el responsable haya sido el Ejército sirio, tal y como denuncian EE.UU., Francia y el Reino Unido.