“Estamos profundamente preocupados de que Turquía lanzara ataques aéreos hoy en el norte de Siria y de Irak sin la coordinación apropiada, ni con Estados Unidos ni con la coalición en general, y hemos expresado esas preocupaciones al Gobierno de Turquía”, dijo a los periodistas un portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
Al menos 70 supuestos miembros de las milicias kurdosirias del YPG y de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) murieron en esos bombardeos aéreos del Ejército turco en Siria e Irak, según informó hoy el Estado Mayor del país eurasiático en un comunicado.
“Entendemos las preocupaciones de Turquía sobre el PKK, pero lo que les hemos dicho es que Turquía no puede librar esa lucha a expensas de nuestra lucha común con los terroristas que nos amenazan a todos, los del Estado Islámico”, afirmó Toner.
“Este tipo de acciones dañan los esfuerzos de la coalición para combatir al EI, y a nuestros aliados que están combatiendo al EI sobre el terreno”, agregó.
Toner lamentó que los ataques turcos llevaran “a la desafortunada pérdida de vidas de nuestras fuerzas aliadas en la lucha contra el EI”.
El portavoz no quiso aclarar quién en el Gobierno estadounidense se encargó de protestar ante el de Turquía, y se limitó a indicar que “la preocupación fue transmitida”.
El Gobierno iraquí también condenó hoy el bombardeo turco en su territorio, que impactó en un cuartel del Ejército kurdo, conocido como “Peshmerga”, ubicado en la falda de un monte de Sinyar, en el norte de Irak, que causó la muerte de al menos cinco soldados y heridas a otros nueve.