El responsable de Asuntos Políticos de la organización, Jeffrey Feltman, hizo balance ante el Consejo de Seguridad de la ONU de la situación tras el rebrote de las hostilidades en la ciudad de Avdéyevka y otras zonas.
Según Feltman, quien intervino al inicio de la reunión del Consejo, en los últimos días se han visto combates muy serios tanto en áreas bajo control del Gobierno ucraniano como en zonas en manos de los separatistas prorrusos.
La ONU dijo que tiene constancia de la muerte de al menos cuatro civiles desde el pasado 28 de enero y de importantes “pérdidas entre los combatientes de ambos bandos”.
La organización ha confirmado además graves daños en viviendas y una escuela de Avdéyevka, lo que hace pensar que han podido registrarse violaciones de las normas humanitarias.
Feltman dijo además que los combates están poniendo en peligro directamente zonas de tránsito de civiles, áreas residenciales e infraestructuras básicas, como el suministro de agua, electricidad y calefacción.
Según explicó, “cientos de miles de civiles” están en riesgo de perder el acceso a esos servicios, lo que amenaza con crear desplazamientos de población.
“Esto es particularmente preocupantes dadas las glaciales temperaturas invernales de la región en este momento”, añadió.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que tiene un misión de observación sobre el terreno, informó de que este miércoles se registraron más de 10.000 explosiones en la región de Donetsk, el “mayor número de violaciones” del cese de hostilidades registrado por los observadores hasta ahora.
El jefe de la misión, Ertugrul Apakan, dijo por videoconferencia desde Kiev que se han utilizado frecuentemente armas pesadas prohibidas en los acuerdos de Minsk.
Apakan urgió a todas las partes a su retirada, a respetar el alto el fuego y a proteger a los civiles.