“Quiero pedir un momento de silencio por las víctimas de los acontecimientos recientes y para que reflexionemos, pensemos en cómo cada uno de nosotros va a contribuir a reconstruir nuestro país, para que sea un país nuevo, distinto, moral, cristiano, dedicado y honesto”, dijo el gobernante durante la celebración en la catedral Virgen del Rosario, en el distrito de Pachacámac.
Kuczynski y su esposa Nancy Lange acudieron hoy, muy temprano, a la misa invitados por el párroco José Chuquillanqui en el templo ubicado en la plaza de Armas de Manchay.
El sacerdote agradeció a Dios porque en los momentos más difíciles ha aflorado la generosidad y la solidaridad de los peruanos con los que sufren.
Asimismo, ofreció al gobernante un equipo de 800 voluntarios de Manchay para sumarse a las labores de limpieza y reconstrucción en las zonas más afectadas por las inundaciones y deslizamientos de lodo.
“Irán con picos, lampas y escobas para hacer los trabajos que ustedes nos encomienden, cuente con este apoyo generoso de los jóvenes de Manchay”, dijo Chuquillanqui al jefe de Estado.
Después de la misa, Kuczynski cargó el anda que llevaba la imagen de Cristo resucitado en la procesión que se realizó en presencia de cientos de vecinos de Manchay.
De acuerdo con el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), las inundaciones y lluvias por el fenómeno de El Niño costero dejaron 107 fallecidos, 171.322 damnificados y 1.010.208 afectados.
Perú ha sido afectado desde diciembre pasado por ese atípico fenómeno, que se manifiesta cuando el calentamiento de las aguas del océano Pacífico genera intensas lluvias en la costa desértica, que producen inundaciones y aluviones, principalmente en el norte y el centro del país, incluida Lima.