Jóvenes campesinos critican modelo educativo en zonas rurales

Los jóvenes campesinos lamentan que sus sueños de estudiar y contribuir al desarrollo de su comunidad se trunquen por el abandono del Estado. Exigen una educación que responda a sus necesidades para evitar el aumento de las migraciones en busca de oportunidades.

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print

Los jóvenes debaten sobre la realidad del campesinado. |Foto: José Molinas

En las zonas rurales del país los colegios se caen a pedazos, no existe transporte público para que los estudiantes puedan asistir regularmente a clases y muchas veces las familias no cuentan con dinero para pagar el combustible de las motocicletas, el principal medio de desplazamiento para los campesinos.

En medio de esta situación se presentan oportunidades de “trabajo” en las estancias aledañas desde los 13 años de edad y luego en establecimientos chaqueños por algunas temporadas, hasta que los jóvenes deben elegir entre estudiar o trabajar para comer, relata Griselda Aguilar, miembro de Juventud Paraguay Pyahurã

Los que llegan a terminar la secundaria y sueñan con seguir la universidad, optan por estudiar en facultades locales que no cuesten tanto dinero. Las familias campesinas venden sus animales y propiedades para solventar los gastos, pero en algunos casos se encontraron con la sorpresa de que las instituciones operaban en forma irregular y los jóvenes finalmente quedan sin sus anhelados títulos.

En otros casos deciden migrar a las ciudades con grandes expectativas, pero tampoco reciben ayuda estatal en cuanto a las necesidades de un estudiante campesino, entre ellas una vivienda, provisión de libros, servicio de internet y alimentación.

Para el dirigente Emiliano González, esto genera, además de frustración, que los jóvenes caigan en la delincuencia y drogadicción. Lamentó que a consecuencia de esta situación varios jóvenes incluso vayan a la cárcel.

Educación ideal. Tanto González como Aguilar piden que en los colegios del interior del país la enseñanza se adapte a la realidad de cada comunidad, pues consideran que el contenido de los programas no es útil para el desarrollo de las zonas rurales.

En este sentido, creen conveniente que el sistema educativo incluya técnicas de cultivo de autoconsumo para salvar la agricultura familiar. Si bien existen escuelas rurales, critican que estas instituciones hacen énfasis en producción extensiva y mecanizada que no genera mano de obra.

Estos dirigentes juveniles son descendientes de miembros de las Ligas Agrarias, que fue perseguida y dispersada por la dictadura stronista. Esta histórica organización desarrolló un modelo pedagógico propio y acorde a su realidad con algunos elementos teóricos del brasileño Paulo Freire.

El pasado viernes estos jóvenes participaron de la marcha de colegios públicos y privados. Al día siguiente se congregaron en Asunción 350 jóvenes campesinos desde diferentes puntos del país para discutir el camino a seguir para mejorar su calidad de vida.

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print
Más contenido de esta sección