Uno de los principales focos de tensión es el de Marina Cué, ubicado en una parcela de Campos Morombí y sitio donde ocurrió la masacre donde cayeron 6 policías y 11 campesinos, suceso que motivó a la destitución del ex presidente de la República, Fernando Lugo, a través de un controvertido juicio político impulsado por el Congreso.
Mariano Castro, principal dirigente de la ocupación y hermano de Néstor Castro –uno de los caídos en la masacre– señaló que maneja la información de un inminente desalojo en el sitio donde permanecen en resistencia aproximadamente 70 familias, informó el corresponsal de Última Hora en Canindeyú, Elías Cabral.
Otro de los lugares donde se respira un ambiente tenso es en el histórico asentamiento Pindó de la compañía Naranjito, distante a 60 kilómetros de la ciudad de Curuguaty. Allí permanecen unas 1.200 personas, todas pertenecientes a la Organización de la Lucha por la Tierra (OLT).
Jorge Mercado, dirigente del asentamiento y uno de los principales referentes de dicha organización, afirmó que están en pie de guerra, dando a entender que de haber un desalojo el mismo podría ser violento.
Los sectores campesinos coinciden en que el nombramiento del polémico ex fiscal del Caso Curuguaty, Jalil Rachid, como viceministro de Seguridad recrudecerá la violencia en el campo.
Rachid es yerno del fallecido empresario y político colorado Blas N. Riquelme, propietario del Grupo Riquelme, conglomerado que incluye a la firma Campos Morombí. Varias organizaciones sociales cuestionaron su actuar como fiscal del emblemático caso y lo acusaron de parcialidad manifiesta y de actuar en contra de los campesinos procesados.
Un dato curioso es que el mismo Jalil Rachid acompañó el desalojo realizado en la mañana de este martes en el terreno ubicado en el límite de los departamentos de Canindeyú, Caaguazú y Alto Paraná.