Miles de personas en la Plaza de San Pedro, ubicada en torno a la Capilla Sixtina, celebraron con mucha emoción al nuevo Vicario de Cristo, quien obtuvo la mayoría de los votos emitidos por los 115 cardenales electores.
El nuevo líder de la Iglesia Católica, de la Orden Jesuita, impartió su primera bendición <em>urbi et orbi</em> desde el balcón del Palacio Apostólico.
Bergoglio, enfundado en un impecable traje blanco de Papa, apareció largos minutos después de que fuera anunciado su nombre como el nuevo conductor de los destinos de la Iglesia Católica.
En sus primeras palabras, el papa Francisco I dijo a los fieles que “parece que los cardenales han ido a buscar al nuevo pontífice al fin del mundo”, en referencia a su país, Argentina.
Se presentó a los fieles, y les solicitó que “pidan a Dios que le bendiga en su nuevo camino, que debe ser de amor y hermandad”.
Luego de plegarias, y de dar su primera bendición <em>urbi et orbi</em> a la feligresía católica, cerró su corto discurso con un “muchas gracias por como me han recibido, recen por mí y hasta pronto, rezaré a la Virgen, buenas noches y buen reposo”.
También oró por el ahora papa emérito Benedicto XVI, pidiendo plegarias por él en todos los rincones del mundo.