Ante la situación, el ministro de la Secretaría de Repatriados, Luis Alberto Bogado Poisson, mantuvo una reunión con el jefe de Extranjería de Málaga, Manuel Páez.
Bogado insistió en llegar a una cooperación entre ambos países para garantizar a los connacionales a que cuenten con un trato acorde, con la posibilidad de asistencia inmediata del Consulado paraguayo.
Sin embargo, los funcionarios españoles respondieron a esta preocupación que los procesos de expulsión se realizan en el marco de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
El ministro expuso además que la Secretaría de Repatriados tuvo que intervenir al detectarse dificultades en el viaje de retorno. Al respecto, solicitó contar con información inmediata desde las autoridades españolas a sus pares paraguayos para coordinar un adecuado procedimiento y así prever también mecanismos para su inserción al país.
Los representantes españoles se comprometieron a dar aviso inmediato al Consulado paraguayo en este tipo de casos.
Bogado había manifestado su preocupación al principio del año, con la creencia de que el ingreso a España “depende de la portación de rostro y presentación” del turista, ya que a pesar de contar con todos los requisitos le niegan el acceso al país.
Desde la Secretaría de Repatriados piden reportes a los consulados sobre los paraguayos inadmitidos, hasta el momento solo tienen informes de Madrid.