Rolando Goiburú, hijo del desaparecido durante la dictadura stronista Agustín Goiburú, criticó la labor de la fiscala Sonia Mora, ya que llegó sumamente tarde a la intervención realizada el viernes pasado cuando se halló el sótano donde se practicaban torturas, y porque no dio un seguimiento más profundo al caso.
El centro de detención y torturas, hallado en el edificio donde funcionó el Ministerio del Interior, actualmente no cuenta con ninguna medida de seguridad por parte de la fiscala quien dijo que ya no realizará trabajos allí.
Goiburú sostiene que el sótano fue “limpiado” antes del operativo y que en el lugar se hallaba un número mucho mayor de documentos comprometedores.
También dijo que es una “estupidez” que ya no se revise el lugar donde podría haber más elementos importantes.
ANÁLISIS. La fiscala Sonia Mora dijo ayer que están en la fase inicial y que están esperando los informes de las personas que intervinieron en la recolección de documentos.
Agregó que los denunciantes serán citados a declarar y que aún se encuentran analizando quién examinará los documentos encontrados, de los cuales dos carpetas con fotos son los más relevantes.
Manifestó que son pocos los peritos documentólogos que trabajan en el país, y están viendo a quién designar.
Dijo que la denuncia inicial se refería al hallazgo de restos óseos y el pedido de allanamiento, y que cuando llegó “la gente ya estaba adentro”.
CAMBIO. La fiscala indicó que remitirá una nota al fiscal general del Estado, Rubén Candia Amarilla, para que analice si la causa quedará bajo la responsabilidad de ella o pasará a la unidad de Derechos Humanos.