La última publicación de datos del catálogo Gaia incluye información nueva y mejorada de casi 2.000 millones de estrellas de la Vía Láctea y "descubrimientos sorprendentes", como la observación de terremotos estelares y de astros desconocidos.
El agujero negro del corazón de la Vía Láctea es un objeto extremadamente pequeño en el universo y capturar su imagen es como lograr la de una rosquilla en la superficie de la Luna. Para ello se necesita un telescopio del tamaño de la Tierra, que recoja millones de datos y los traduzca luego en miles de fotografías.
Un anillo –o más bien una rosquilla– anaranjado, pero no perfectamente esférico y con tres puntos más fuertes de luz; los científicos tienen claro que la histórica imagen que hoy desvelaron del agujero negro de la Vía Láctea (Sagitario A*) va a transformar la concepción del Universo.
Un grupo de astrofísicos descubrió un extraño objeto en la Vía Láctea que emite "enormes ráfagas de energía" intermitentes cada dieciocho minutos y que, según los expertos, no se parece a nada que hayan visto antes.
Hace 14 millones de años una serie de acontecimientos llevaron a la creación de una gran burbuja que es la responsable de la formación de todas las estrellas jóvenes cercanas a la Tierra, según un estudio que publica este miércoles Nature.
Los GRBs, o estallidos de rayos gamma, son las explosiones más violentas del universo desde el Big Bang, capaces de liberar en pocos segundos una cantidad de energía comparable a la que emitiría el Sol en toda su vida.
Un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha captado las imágenes más profundas y nítidas hasta la fecha de la región situada alrededor del agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea.
Un equipo de astrónomos descubrió un pequeño agujero negro fuera de la Vía Láctea al detectar su influencia en el movimiento de una estrella cercana gracias al telescopio Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Un grupo de astrónomos detectó señales de radio inusitadas que provienen en la dirección del centro de la Vía Láctea y no corresponden a alguna pauta conocida de fuente de radio, según un artículo que publica este martes la revista especializada Astrophysical Journal.