Entre discusiones si correspondía o no que el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, comparezca ante el pleno de la Cámara de Diputados, se desarrolló el descargo del segundo del Poder Ejecutivo, con el pleno constituido en comisión, para darle un marco legal a la reunión. Velázquez la tuvo fácil con los diputados, ya que los mismos mezclaron los tantos y las preguntas realizadas no le complicaron.
El vicepresidente descartó que tenga algo que ver con la polémica acta que inició toda la crisis en la que está envuelto el Gobierno.
“Me llama poderosamente la atención de que tratan de confundir a la ciudadanía, a la opinión pública y, sobre todo, la preocupación de los congresistas de que mi participación tiene algo que ver con el acta”, remarcó, al tiempo de explicar que su participación fue en una reunión con unos empresarios brasileños interesados en comprar energía eléctrica.
En varias oportunidades señaló que el abogado José Rodríguez no era cercano a él, pero dijo que el domingo último estuvieron viendo fútbol juntos y que el joven es amigo de su hijo.
Justamente la mayoría de las preguntas giraron en torno a la relación del vicepresidente con Rodríguez, y descartó presentar una denuncia en contra del abogado, diciendo que es un joven que cometió un error y que es suficiente con que salga a decir la verdad.
Los diputados oficialistas, en uso de la palabra, intentaron por todos los medios culpar del conflicto a los opositores y al ex presidente de la ANDE Pedro Ferreira, a quien cuestionaron por no denunciar las supuestas irregularidades antes.