24 ene. 2025

Vaticano busca nueva estrategia para lidiar con China

El Vaticano lleva hoy a cabo una reunión de estrategia especial sobre cómo lidiar con China, en donde el gobierno de Pekín no permite a los católicos reconocer la autoridad del Papa. En China, hay alrededor de 10 millones de católicos, divididos entre una iglesia clandestina leal a la Santa Sede y una aprobada por el Estado, que respeta al Papa como líder espiritual pero rechaza el control papal efectivo.

Reuters

Ciudad del Vaticano

El Vaticano lleva hoy a cabo una reunión de estrategia especial sobre cómo lidiar con China, en donde el gobierno de Pekín no permite a los católicos reconocer la autoridad del Papa.

Un portavoz del Vaticano dijo que la reunión es presidida por el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y asisten especialistas en China del Vaticano y obispos de Asia, entre ellos el cardenal Joseph Zen, de Hong Kong.

En China, hay alrededor de 10 millones de católicos, divididos entre una iglesia clandestina leal a la Santa Sede y una aprobada por el Estado, que respeta al Papa como líder espiritual pero rechaza el control papal efectivo.

El Papa no asiste a la reunión, pero posiblemente tenga encuentros individuales con sus participantes, particularmente los obispos.

Fuentes de la Iglesia dijeron que en la reunión se intentará trazar una estrategia para China, para resolver las relaciones a veces tensas entre el Vaticano y Pekín.

Pekín y la Santa Sede cortaron sus relaciones tras la toma del poder en China por parte del comunismo, en 1949, y la disputa acerca de quién es la decisión de designar obispos ha impedido una distensión. El Vaticano reconoce a Taiwán, rival diplomático de Pekín.

China, oficialmente atea, ha rechazado permitir al Vaticano designar a obispos o dejar a los católicos reconocer la autoridad del Papa, diciendo que esto interferiría en sus asuntos internos.

Pero en los últimos años, Pekín y la Santa Sede llegaron a un entendimiento que habitualmente permite que posibles obispos busquen la aprobación del Vaticano antes de asumir cargos.

No obstante, las relaciones volvieron a caer el año pasado, cuando la Iglesia respaldada por el Estado consagró a nuevos obispos sin la aprobación papal.