En su intervención al ser investido, el escritor peruano recordó anteriores visitas a la UIMP, especialmente la que hizo en 1991 en el encuentro con Karl Popper, donde coincidió por última vez con el filósofo, “un gran defensor de la cultura de la libertad”.
Vargas Llosa elogió a Popper y reivindicó su visión optimista del mundo, “muy necesaria” hoy en día, pese a la violencia de la que se hacen eco los medios.
El nobel contó que, aunque nació con la idea de ser escritor y tiene la literatura como “primera prioridad”, no puede dejar de participar en la vida pública, una actitud que relaciona con autores de su generación y que abunda en otros más jóvenes. EFE