19 jun. 2025

Uruguay previene la explotación sexual infantil en el turismo

AFP y EFE

Punta del Este.  Una de las zonas de mayor atractivo turístico veraniego que posee Uruguay.

Punta del Este. Una de las zonas de mayor atractivo turístico veraniego que posee Uruguay.

MONTEVIDEO - URUGUAY

El Gobierno uruguayo decretó una serie de normas para los prestadores de servicios turísticos que buscan prevenir la explotación sexual infantil en ese sector, informó ayer la Presidencia.

Según el decreto, las empresas vinculadas al turismo deberán adoptar un Código de Conducta que contenga medidas de control relativo a la venta de niños, prostitución infantil y utilización de niños en pornografía; difundir sus derechos e impedir la explotación sexual comercial, pornografía infantil y el turismo asociado a las prácticas sexuales con niños, niñas y adolescentes, e implementar medidas para impedir que sus dependientes e intermediarios ofrezcan servicios turísticos sexuales.

Además no podrán ofrecer en sus programas de promoción turística, expresa o tácitamente, planes de explotación sexual comercial de niños y adolescentes.

El texto recuerda que Uruguay ha asumido compromisos internacionales y regionales para prevenir y sancionar la trata de personas y advierte que “se ha detectado que el flagelo de la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes permanece y se incrementa en la región”.

planea una futura adopción. El presidente uruguayo, José Mujica, reconocido por su austero estilo de vida, confesó su deseo de adoptar a “30 o 40” niños de bajos recursos, cuando finalice su mandato en marzo de 2015, informó un medio local.

“Tengo la idea de agarrar 30 o 40 gurises (niños) pobres y llevarlos a vivir conmigo”, señaló el mandatario al finalizar una reunión con empresarios el viernes.

Al ser consultado sobre cuándo llevaría a cabo su idea, Mujica respondió en su habitual estilo poco convencional: “Cuando me saque este sayo que me pesa”, en alusión a su función como máxima autoridad del país sudamericano.

Mujica -considerado por los medios internacionales como el “presidente más pobre del mundo”- hace un culto de su estilo de vida austero y dona el 87% de su salario a programas sociales, en especial el dedicado a la construcción de viviendas para familias de bajos recursos.

El ex guerrillero de 78 años, impulsor de una ley que legalizó este mes el mercado de marihuana en el país, reside junto a su esposa, la ex guerrillera y senadora Lucía Topolansky, en un pequeña chacra en las afueras de Montevideo, donde cultiva flores y hortalizas.

En varias oportunidades Mujica planteó en público su idea de enseñar en su chacra tareas rurales a niños y jóvenes, algo que postergó su llegada a la primera magistratura de su país en 2010.