El noreste de Nigeria sufre una crisis humanitaria que desde el pasado abril se va descubriendo que es más grave de lo pensado, ya que desde entonces se ha ido recuperando el acceso a zonas que habían sido tomadas por el grupo terrorista. Una ofensiva del Ejército ha obligado en los últimos meses a sus huestes a replegarse más al norte, donde se estima que hay dos millones de personas que siguen fuera del alcance de las organizaciones de ayuda. “Al norte de Borno todavía hay muchos distritos que son completamente inaccesibles para nosotros”, indicó el representante del organismo de protección infantil. Según De Wagt, las nuevas evaluaciones revelaron que al menos 244.000 niños están en condición de desnutrición grave únicamente en el estado de Borno, y una quinta parte de ellos fueron encontrados literalmente al borde de la muerte. Para superar ese estado, los menores necesitan ser nutridos en primera instancia con alimentos terapéuticos. efe