El fiscal Federico Leguizamón señaló que tras el levantamiento del cuerpo de la criatura recién nacida, el médico forense constató más de 13 puñaladas en distintas partes en los restos de la beba.
“Cuando llegó el médico forense, que es el encargado de hacer el levantamiento del cadáver, procedió a la inspección y se percató de que el cuerpo del bebé tenía entre13 a 15 heridas de puñaladas como cortes que fueron producidas por una tijera, que ya fue incautada”, expresó el fiscal.
El hecho ocurrió alrededor de las 13:00. Primeramente, el caso fue denunciado como un supuesto hecho de aborto, por lo que agentes de la Policía se constituyeron hasta el domicilio y se percataron que dentro de un inodoro en el sanitario de la mujer había una niña recién nacida.
En ese sentido, el fiscal interviniente señaló que la criatura había nacido viva, según los primeros reportes del médico forense, por lo que se dispuso la realización de autopsia. “Es una bebé que nació viva, la chica desde que se encerró en su pieza le tuvo al bebé y posteriormente habría procedido a cometer el homicidio”, explicó.
Los patrones de la empleada doméstica relataron a la Fiscalía que la mujer nunca comentó que estaba embarazada y como es una persona robusta, ellos no se percataron de que estaba en etapa de gestación.