17 feb. 2025

Una invitación a la alegría

Por P. Víctor Urrestarazu
vurrestarazu@villamorra.org
Benedicto XVI recordó el pasado domingo a las personas que vivirán la Navidad entre el fuego cruzado de la guerra, en particular en Oriente Medio y en África, o en condiciones de soledad y pobreza. "¿Qué alegría pueden vivir? ¿Cómo será su Navidad?”, se preguntó. “Pensemos en tantos enfermos y personas solas que, además de experimentar sufrimientos físicos sufren en el espíritu, pues con frecuencia se sienten abandonados: ¿cómo compartir con ellos la alegría sin faltarles al respeto por su sufrimiento?”
El Papa invitó a pensar también “en aquellos, en especial en los jóvenes, que han perdido el sentido de la auténtica alegría, y que la buscan en vano allí donde es imposible encontrarla: en la carrera exasperada por la autoafirmación y el éxito, en las falsas diversiones, en el consumismo, en los momentos de embriaguez, en los paraísos artificiales de la droga y de cualquier otra forma de alienación”.
Según el Papa, la “Palabra del Señor se dirige precisamente a quien se encuentra en la prueba, a los heridos de la vida y huérfanos de alegría. La invitación a la alegría no es un mensaje alienante –aclaró–, ni un paliativo estéril, sino más bien una profecía de salvación, un llamamiento a un rescate que parte de la renovación interior.”