Los empresarios ven con buenos ojos el inicio de la inmunización de funcionarios de Salud, pero consideran que será insuficiente si no se logra resguardar a la población directamente relacionada con la actividad productiva; es decir, los empleados de las industrias, los funcionarios del sector comercial y servicios.
Además, para que las personas que demandan estos servicios (clientes) puedan salir de sus casas y concurrir hasta los centros comerciales también se necesita la inmunización; caso contrario, se cortará la cadena de productos-servicios-consumidores.
Hasta ahora la llegada de las dosis de vacunas (4.000) contra el Covid-19 sirve apenas para un ensayo o plan piloto de inoculación de la población. Pero bueno, con algo hay que empezar y por lo menos los profesionales van ganando confianza y la población también debe perder el miedo a las inyecciones.
Desde los gremios empresariales también alientan que el Gobierno autorice a las industrias farmacéuticas a importar las vacunas de tal suerte que el país cuente con una mayor disponibilidad de dosis y para que las personas que pueden comprar el producto lo hagan. Con esto se alivianará la carga sobre el Estado como proveedor de las vacunas para la población.
Los profesionales médicos sostienen que lo ideal es inmunizar a por lo menos el 70% de la población, y con este porcentaje ya se puede pensar en ir normalizando las actividades de la población. Sin embargo, el plan del Gobierno apunta a inmunizar básicamente a la población vulnerable y los directamente expuestos, como médicos, policías, militares, docentes, entre otros.
Hay un amplio sector de la población que todavía no está cubierto con el plan oficial de inmunización, lo que abre una serie de preocupaciones por parte del sector productivo. Ante esta situación están viendo opciones alternativas para asegurar la inoculación a un mayor porcentaje de la población.
Mientras que el sector privado alienta una campaña masiva de vacunación contra el coronavirus, existen sectores que realizan campañas en contra de la inmunización. Tal es el caso que los mismos profesionales de la salud se están negando a la aplicación de las vacunas, lo que genera temor e incertidumbre en la población. Tal es la desorientación que se escuchan distintos pareceres en el diálogo entre parientes, amigos y colegas.
Unos anhelan la vacuna, pero no están cubiertos con el plan oficial, mientras que otros que sí pueden acceder a este servicio se niegan a hacerlo. Evidentemente se está generando una polarización en la población en torno a vacunarse o no.
El Gobierno y el sector privado deben aunar esfuerzos para encontrar las acciones más convenientes para asegurar la salud de la población y la reactivación de la economía.
El debate sobre la vacunación contra el coronavirus ya se instaló en la población, es el tema de comentario de todos y en todas partes.
Si bien será extremadamente complicado proveer vacunas para todos los que desean la inmunización, las autoridades sanitarias pueden ir aplicando medidas paliativas a favor de la población. Una opción es la desparasitación, el consumo de vitaminas que levanten la defensa corporal contra los virus y por lo menos la aplicación de la vacuna contra a influenza. Con esto por lo menos se logrará levantar una defensa inmunológica en la población mientras se esperan mejoren tiempos.
Lo que no se puede es poner en riesgo el desarrollo de la economía, que es prometedor para el 2021.