12 feb. 2025

Un ritual que se repite desde hace 70 años

Transcurrían los años 30 en la ciudad de Paraguarí, cuando don Valentín Cáceres, de profesión carpintero, tuvo la idea de aplicar sus conocimientos con la madera para crear un pesebre.
Junto a su esposa, doña Aquilina Buena, empezaron a preparar con artesanal precisión cada una de las piezas hasta terminar su obra, la cual fue objeto de admiración de quienes frecuentaban el hogar. A partir de ese momento, el ritual de preparar el pesebre familiar se fue repitiendo en cada Navidad y, a medida que la familia se iba expandiendo, también participaban los nueve hijos que llegaron a tener.
Hoy, setenta años después, la tradición continúa con la tercera generación de la familia Cáceres Buena, en la ciudad de Fernando de la Mora.
“Los hijos tomamos la herencia de nuestros padres y fue pasando de generación en generación, a medida que fuimos creciendo. Al abandonar la casa familiar en Paraguarí, traje a Fernando de la Mora las imágenes, hace 11 años ,y desde entonces no dejé de hacerlo ni un solo año”, explica Tito Cáceres Buena.
Si bien, el pesebre original se mantiene, la “puesta en escena” ha tenido modificaciones y se adaptó a la era tecnológica que vivimos. “Buscamos siempre innovar para darle vida al pesebre, por eso pusimos la cascada, también las luces en cada escala de agua y los reflectores de color, para darle un efecto especial sobre todo por la noche”, señala don Tito.
El pesebre es preparado sobre más de siete metros cuadrados de pasto y su armado empieza con un mes de anticipación. Entre grutas y cascadas, son cuidadosamente ubicadas cerca de 50 piezas entre las imágenes de pastores, animales, ángeles y, por supuesto, la Sagrada Familia.
Sin dudas es el pesebre más famoso de la zona norte en Fernando de la Mora, donde desde hace más de diez años se convirtió en una cita obligada para los vecinos. “Lo lindo es que gracias a esta tradición existe un acercamiento y un encuentro con toda la comunidad. A los que vengan los recibimos con un refrescante clericó", destaca don Tito.

Características
En el pesebre de la familia Cáceres Buena se destacan un gran paisaje de montañas y praderas, con una cascada de aguas cayendo por cinco escalas, y la gruta donde se observa al Niño Jesús, junto a María y José. A la vera de la gran montaña, y a lo largo de un camino pedregoso, se divisa a los tres Reyes Magos y sus respectivos camellos, cargados de regalos para el Niño Dios. Hace cinco años, la obra recibió el Primer Premio en el Concurso Nacional de Pesebres.