La Federación de Empresarios de Combustibles explicó que 1.000 de las afectadas resultaron ser gasolineras, mientras también se “borró del sistema” a otras 3.000 bocas de aprovisionamiento privado de combustibles -como empresas de autobuses- bajo la falsa denuncia de que no cumplían con una reglamentación.
Empresarios y autoridades mantuvieron el sábado una reunión de emergencia para dar solución al tema y retomar la distribución normal de combustible en todo el país.
El sabotaje fue detectado por una empresa petrolera que dio aviso a las autoridades de Energía.