Por Francisco Espínola
CIUDAD DEL ESTE
En un aparente ajuste de cuenta entre delincuentes, ayer en horas de la madrugada, entre ocho a diez hombres armados con escopeta, pistola y ametralladoras irrumpieron en el interior de una vivienda del km 8,5, barrio Juan Pablo II, de Ciudad del Este, lado Monday, a unas 11 cuadras de la ruta internacional Nº 7.
Darío Hernán Galeano, con antecedente por robo agravado en Itapúa el 28 de noviembre de 2000, fue la víctima de este nuevo caso de acribillamiento ocurrido en la capital del Alto Paraná.
Con este nuevo hecho de ejecución, llegan a siete las personas con antecedentes penales que fueron liquidadas en el Alto Paraná en las últimas seis semanas, posiblemente en ajustes de cuentas de grupos delictivos, y 14 fueron muertos en enfrentamientos con agentes policiales.
De acuerdo a los datos recabados por los agentes policiales que llegaron al kilómetro 8,5 y los testimonios de familiares de la víctima, el grupo comando ingresó a la casa preguntando por Roque “Pyguasu”. Posteriormente los sicarios tomaron un millón de guaraníes que estaban guardados en el ropero y a la fuerza alzaron al dueño de casa en un vehículo.
Esto se produjo alrededor de las 2 de la madrugada. Desde ese momento se inicio la búsqueda de los ocho hombres, pero no se tuvo resultado positivo. Cerca de las 6 encontraron el cuerpo sin vida de Galeano con siete impactos de bala. Este hecho se produjo sobre la avenida Perú, del barrio Don Bosco, a 200 metros del Puente Seco.
AMENAZAS. Hilda Villalba Portillo, esposa del fallecido, relató en forma pormenorizada lo que había acontecido y dijo que estaba durmiendo junto a su pareja. En un momento escucharon ladridos de perros. Al abrir una de las ventanas, vio que en el patio se encontraban varias personas desconocidas, todas con caras cubiertas; enseguida empezaron a violentar la puerta trasera y luego maniataron a su marido y lo sacaron de la casa, no sin antes amenazarla de muerte en caso de realizar la denuncia.
En similares circunstancias, el conocido delincuente Ricardo Ortiz Villalba, alias “Candulito”, fue muerto, por lo que policías de Investigaciones no descartan que en la zona están operando grupos de marginales que se están cobrando viejas deudas. Según datos de los agentes, los ajusticiamientos tendrían como trasfondo el tráfico de drogas.
“No estaba en nuestra mira”
El jefe de Investigación de Delitos, Virginio Escobar, manifestó que “lo ocurrido ayer es un crimen posiblemente por encargo. Nosotros no le tenemos en nuestro archivo como uno de los asaltantes activos; tiene sus antecedentes, pero en este momento no se le tenía en la mira”, señaló.
En cuanto a la vestimenta y la forma de actuar de los asesinos, señaló que “el método que utilizan posiblemente se debe a una táctica para tratar de desviar la atención hacia algunos uniformados”, agregó.