22 ene. 2025

Un náufrago colombiano llega a su funeral

AP
Bogotá
Cuando el pescador José Reyes regresó a casa tras haber desaparecido durante cinco días en el océano Pacífico, se encontró con una desagradable sorpresa: su esposa y varios de sus 20 hijos lo creyeron muerto y estaban en ritos de su funeral.
''Cuando vi que me estaban velando, me puse a llorar’’, dijo ayer el pescador de 68 años, que resistió cinco días sin agua dulce, sin alimentos y finalmente fue rescatado por un buque que providencialmente pasó cerca de su bote.
Reyes zarpó en su canoa el pasado 22 de enero de Nuquí, una playa virgen cerca de las selvas del Departamento del Chocó, a unos 300 kilómetros al oeste de Bogotá, para iniciar su labores de pesca.
''Al regresar a casa desvíe la ruta y estuve cinco días a la deriva, tomando agua de mar y sin comida pues ni siquiera había pescado’’, agregó Reyes en declaraciones a radio Caracol desde Nuquí.
Narró que una espesa niebla lo hizo perder el rumbo, quedó sin fuerzas para remar y la corriente marina lo alejó más de la playa.
''Nunca pude dormir esperando ver algún barco hasta que al quinto día vi una lucecita chiquita y remé hasta alcanzar un barco pesquero a las siete de la noche, me rescataron, les dije que estaba perdido y casi no podía subir, porque las rodillas las sentía flojas. Me dieron un galón de agua, ropa seca y comida’’, manifestó.
Al regresar esa noche a su casa se topó con el velorio y una tumba abierta que quedó vacía. Sus hijos y su esposa lloraron el resto de la noche hasta que ''quedaron con los ojos hinchados de llorar’’ pero de emoción, aclaró.