15 jun. 2025

Un ministro presidente... por 10 días

“Lo que salió mal para el Gobierno fue la tremenda represión a los integrantes del Frente Social y Popular en la Fiscalía. Se frustró lo que pudo ser una mayor presión para cambiar a Candia Amarilla y lograr que se instale en el Senado el tema renovación de ministros de la Corte. Algo raro pasó ahí; hasta ahora se analiza qué fue lo que sucedió. Por lo demás, el que fungió de presidente en la ausencia de Lugo, se movió bastante bien”.
El comandante había bajado una tesis bastante coherente sobre el manejo del país mientras el jefe de Estado estaba fuera. Creía que gran parte de la movilización del Frente estuvo impulsada por los propios referentes del Gobierno, a modo de instalar temas en la agenda política y que un ministro se convirtió en presidente.
De lo afirmado, me llamó la atención eso del que “fungió de presidente”. Le pregunté a qué refería.
EL “PRESIDENTE” POR 10 DÍAS. “Veamos, grafiquemos esto: Cuando el miércoles Lugo pisó tierra paraguaya luego de su larga gira, Rafael Filizzola le entregó la banda presidencial”, dijo y remató: "Él fue el presidente en ausencia de Lugo. Fue casi nulo el papel de Federico, hasta que él mismo pataleó reclamando mayor rol en su papel de presidente en ejercicio. Aún así, no le dieron todas las prerrogativas”
El café negro en el bar frente al Palacio de Gobierno no estaba tan amargo como en otras ocasiones. El comandante, amante del café bien puro y sin azúcar, había reclamado este hecho al mozo, pero eso no le había quitado el buen humor con el que había llegado -como pocas veces- a nuestro encuentro semanal.
-Usted dice entonces que Filizzola fue presidente en ausencia de Lugo, le indiqué, a modo de continuar con lo que estaba sosteniendo. “Fue así", respondió y argumentó: “Te decía la semana pasada que Lugo y Franco conversaron una sola vez desde que el presidente salió del país. Y fue Franco quien reclamó ese diálogo. Sin embargo, no hubo un solo día en el que Lugo no hablara con su ministro del Interior, el ministro político, y hoy su hombre de mayor confianza. Filizzola fue quien gobernó, el que tomó decisiones”
-Ya, y eso moletó a Franco, añadí. “Eso... fue lo que hizo explotar a Franco, que se reflejó en aquello de ?seguramente a él (Lugo) le hubiera gustado que otro sea su vicepresidente?, ¿te acordás?”, manifestó y preguntó a la vez.
-Sí, recuerdo, dije para luego indicarle que Lugo no se mostró muy amable con su vicepresidente cuando llegó, ya que hizo público que no le tenía confianza.
EL GESTO DE LUGO. Continuó con su análisis: “Esa fue una bofetada bastante dura. Irresponsable políticamente. Si la semana pasada te decía que Franco hizo mal al ventilar cosas internas, lo que terminó haciendo Lugo fue tirar más leña al fuego. Antes que tratar de calmar los ánimos generó mayor malestar. Ramírez Montalbetti, de una sutil manera, intentó poner paños fríos al decir que el problema de Lugo es que ?es muy duro y directo?. Y tiene razón, pero le guste o no, Franco es su vicepresidente y debe aceptarlo como tal”.
-Comandante, esto no anda muy bien... reflexioné. “Y no -expresó-; tanto Lugo como Franco están cayendo en una inocentada y ridícula interna que desgasta al Gobierno donde no debe. Los dos tienen que estar centrados en lo que se debe hacer de ahora en más. No es posible que con tanta irresponsabilidad abonen cada vez más este enfrentamiento”.
- Y Filizzola quedó en el medio, largué. “Rafael le confesó a sus allegados que estaba preocupado e incómodo por la situación”, expresó y lanzó una carcajada para sostener: “A él, solo le faltó firmar decretos y sentarse en el sillón presidencial en el Palacio”.
DECRETOS. Pensé que el comandante esta vez no había llevado nada a nuestro encuentro, ni documentos, ni copias de recortes de diarios, como otras veces. Le pregunté a qué se debía eso. Me equivoqué. Sacó una grabadora. Apretó play. Y se escuchó: “Creo que la confianza, la afinidad se va construyendo, conquistando”. Era la voz de Lugo.
Luego contó: “Al parecer se arrepintió de haber sido tan franco. Dijo incluso que la chapa se formó por la coyuntura política. Me dijeron que escuchó la grabación de su conferencia de prensa del miércoles para saber específicamente qué había dicho. Es que a veces es más obispo que político...”
EL DIÁLOGO. ¿Pero cuál es la solución a este problema?, lancé de nuevo. “Y el diálogo, no hay otra. Algunos dirigentes liberales están trabajando para lograr un mayor acercamiento. El propio Filizzola busca la manera de que esto termine de una vez por todas. Lugo y Franco se reunirán para limar asperezas, pero todo está muy complicado. El liberal tiene como as bajo la manga la asamblea que tendrá el PLRA, en la que analizarán si siguen o no respaldando al presidente. Insisto, a Franco no le pasa por la mente dejar la Alianza, pero presiona desde donde puede para lograr mayor protagonismo y, claro, más cargos.
- ¿Es tan grave todo?, insistí. “Te doy un ejemplo más”, dijo y cerró la conversación: “Busqué decretos firmados por Franco en ausencia de Lugo. No encontré ninguno. ¡Parece que no firmó un sólo decreto siendo ?presidente?. Es decir, no le cedieron ni la lapicera...!”
UNA GIRA BASTANTE LARGA
El último viaje al exterior del presidente Fernando Lugo duró exactamente 10 días. Salió del país el 26 de octubre y regresó el 5 de este mes. Fue a Estados Unidos, a El Salvador y a México.