Cuatro guardaparques de la reserva del Mbaracayú fueron atacados a escopetazos por un grupo de presuntos narcotraficantes, pasado el mediodía del jueves, mientras realizaban un patrullaje en dos botes por el río Jejuí. En un principio se informó que fueron cazadores furtivos quienes dispararon.
Ayer regresaron tres de ellos al puesto de la reserva, mientras continúa la intensa búsqueda de Bruno Chevúgi, quien presuntamente fue alcanzado por una de las balas.
Hugo Mbujági salió sin lesiones del incidente y llegó ayer a las 08.00 al puesto, donde comentó lo ocurrido. El mismo llegó remando en uno de los botes.
A las 8.30 se comunicó el hecho a la Unidad Especial de Búsqueda y Rescate (SAR), que envió a cuatro rescatistas en un helicóptero de la Fuerza Aérea Paraguaya, con tres tripulantes. La búsqueda se inició a las 11.30 por vía terrestre, áerea y por agua. A este contingente se sumó un grupo de guerreros de la comunidad aché de la zona, informó Roque González Vera, de SAR.
El lugar del incidente se registró en el extremo sureste de la reserva, cercano a la comunidad Horquetamí.
En tanto, a las 13.20 aproximadamente, fue localizado por el equipo de rescate uno de los desaparecidos. Se trata de Eduardo Mennbogy, el mismo contó al equipo de rescate que pasó la noche encaramado a un árbol para resguardarse de los animales silvestres, y por la mañana caminó varios kilómetros en medio del bosque hasta ser hallado.
Por su parte, Idilfo Franco fue rescatado alrededor de las 14.30 en el bosque, mediante el helicóptero; se encontraba con cuadro de deshidratación y muy cansado, pero sin ninguna herida, comentó González.
El helicóptero descendió hasta el lugar donde se encontraba Franco, pero debido al mal tiempo, se tuvo que esperar varias horas para trasladarlo, explicó González.
En el lugar cayó una tormenta con granizos, por lo que las tareas de rescate por aire se suspendieron y se reiniciarán hoy.
Franco fue quien comentó que al ser agredidos, miró hacia quienes les disparaban y vio a hombres encapuchados.
Al ser atacados, todos se lanzaron al agua. Bruno Chevúgi, quien aún no fue encontrado, lanzó un grito de desesperación, por lo que se cree que fue alcanzado por una de las balas.
CACERÍA ES PRÁCTICA RECURRENTE
Yan Esperanza, director de la Fundacíón Moisés Bertoni que se encarga de la administración de la reserva, explicó que la cacería es una práctica recurrente en la reserva con la que tratan de luchar día a día.
El mismo relató que la reserva cuenta con 18 guardaparques para las 64.000 hectáreas. Los mismos no dan abasto para toda el área protegida.
“Es una práctica preocupante y muchas veces se aproximan (los cazadores) a lugares cercanos a las comunidades indígenas”, expresó. Sin embargo, rescató que en la reserva no haya casos de desforestación. Añadió que con los patrullajes se intenta controlar el área protegida de los cazadores furtivos que van en busca de tatú, mboreví, ciervos y a veces hasta de yaguareté.