En diversas partes del mundo surgen iniciativas que buscan aliviar los efectos de algún problema inquietante o que causa malestar o daños a las personas. Es así, por ejemplo, que en 1.500 ciudades se desarrolla con mucho éxito el Día Mundial sin Automóvil, para que por lo menos por esa jornada sean menores la contaminación del medio ambiente y sus consecuencias en la salud de la población.
También existe el Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo), ocasión que se aprovecha para divulgar los peligros del tabaquismo y para defender los derechos de los no fumadores. La organización Asucop de este país instó a no usar los teléfonos celulares el miércoles y jueves para llamar la atención sobre el robo de esos aparatos y pedir acciones tendientes a desalentar el delito.
No sería extraño, entonces, que dentro de poco la gente reclame que exista el Día Nacional sin Nicanor Duarte Frutos en los medios de comunicación, debido al hartazgo que hay del prepotente, ofensivo y falaz vocabulario del presidente.
En diversos ámbitos se oye decir a los pobladores que les resultan repulsivos los discursos del mandatario. Ya observé también que hay personas que cambian inmediatamente de canal de tevé cuando aparece Nicanor lanzando improperios contra quienes critican el incuantificable perjuicio que ya causó su partido político al Paraguay en seis décadas ininterrumpidas de saqueo.
Por eso, haciendo relucir un pensamiento mágico, qué alivio ha de sentir la ciudadanía si es que en una fecha de estas (por ejemplo el 27 de noviembre, cuando el catolicismo conmemora el Día de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa), ningún medio periodístico, ya sea los diarios, la televisión, o las radios y revistas, emitan palabra alguna enunciada por el presidente Duarte Frutos, o que dejen de publicar lo que hizo o hará.
El contento de los paraguayos será aún mayor, rebosante como para brindar y bailar salsa, si es que tampoco se mencionara ese día a Magdaleno, Maciel Pasotti, Julio Colmán, Galaverna, Chiola, los Ovelar, Juan Carlos Bottino, Numan Arrechea, Víctor Bogado, Herminio, Sanabria Cantero, los Stroessner, y tantos otros.
Y ya que estamos en esto, por hacer todo lo posible para que la ANR (una copia del PRI mexicano) de nuevo tenga chances en 2008, igualmente que para nada se recuerde a Blas Llano y Mateo Balmelli (estos, por querer asegurar para el segundo en mención la candidatura a la vicepresidencia, rompieron el acuerdo inicial de la oposición de buscar a los candidatos a través de una encuesta o una elección a padrón abierto, destruyendo la posibilidad de una concertación calificada).