El presidente de la Policía checa, Vladislav Husak, confirmó en rueda de prensa en Praga que el Airbus A320 de Aeroflot, que había partido de Moscú con destino a Ginebra, efectuó un aterrizaje imprevisto en el aeropuerto Praga-Ruzyne tras un intento de secuestro.
Un equipo de asistencia médica y sanitaria, así como varios camiones de bomberos se encuentran actualmente en la pista del aeropuerto. EFE